-
-
Poyet y Joaquín. / Julio Muñoz (Efe)
El entrenador del Real Betis Balompié, que portaba un ordenador portátil, mostró la imagen del gol anulado al Betis: «¿Lo han visto?, ya estoy un poco harto. Creo que van a hablar poquito de eso. No son detalles. La semana pasada pasó lo mismo. Lo tienen que decir ustedes, dejen de hablar de tonterías y hablen de esto. Los dos equipos lucharon y fue una decisión la que arruinó el partido. A mí que me expliquen, que me llame el jefe de los árbitros y me explique porqué, porque llevamos ya dos o tres. Pasó el otro día y vuelve a ocurrir hoy».
Consultado por si esta queja quedará aquí o, por el contrario, será elevada a través del club, el entrenador deja la decisión en manos del club: «Es decisión del club. El presidente y el director deportivo están por encima de mí. Estoy tranquilo. A mí me gustó el partido. Hubo otras cosas que necesitaba el partido de hoy. Me jode que esto pase. Es jodido que esto te pase. Si te pasa una semana, te la tragas, pero dos... Me voy triste. Por lo menos competimos».
¿Era este el partido que esperaba?
«Hoy era lo que era, un clásico. Los que jugué yo, al menos, de bonito tuvieron poco. No podemos quejarnos de jugar mejor o peor, pero sí de cómo se dio».
El rival:
«Con los jugadores que tiene el Sevilla, queríamos jugar de otra forma. Ese era el mensaje, tratar de jugar más. Al final fue más por empuje que por calidad. Se partieron la cara, estoy orgulloso de mis jugadores. Parecía una final”.
Acumulación de partidos y rotaciones:
«Hay que refrescar un poco el equipo. Hay gente que tiene su edad y otros que tienen golpes».
La posición de Rubén Castro:
«Él se encuentra cómodo ahí. Con este sistema es el mejor sitio para él».
El debut de Ryan Donk:
«Viendo que no jugábamos bien, al menos que tuviéramos presencia».