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Rubén Castro lamenta alguna opción de ataque desperdiciada en el partido contra Las Palmas / Manuel Gómez
La segunda etapa de Víctor Sánchez del Amo en el banquillo del Betis tendrá Eibar como escenario y la segunda victoria consecutiva como objetivo. El equipo verdiblanco todavía no ha sido capaz de empalmar una serie así en lo que va de temporada. Ahora bien, si de evolución futbolística se trata, la próxima meta para el Betis de Víctor seguramente es la ampliación de sus prestaciones ofensivas, una vez apuntalado el rendimiento defensivo frente a Las Palmas. Esa noche hubo eficacia máxima por parte heliopolitana en sus remates a portería, pero el caudal de juego del centro del campo hacia delante fue más bien escaso. Y lo que puede ser más relevante: sus delanteros, en parte por estar poco surtidos de balones en condiciones y en parte por su propio mal momento individual, continúan en plena sequía. Conclusión: el Betis, con sólo 13 tantos, es decimocuarto en la clasificación goleadora de la Liga.
El gran exponente de la crisis que padece la delantera del Betis es Rubén Castro. Es la primera vez que enlaza nueve jornadas consecutivas de Liga sin marcar un solo gol como verdiblanco, un dato ya preocupante por sí solo. Aun así, no se trata de su récord negativo absoluto con esos colores. Como en más de la mitad de esos encuentros (cinco) no los jugó completos o salió de suplente, su registro actual de minutos en blanco es de 603, lejos todavía de su tope negro, que son los 743 que permaneció sin ver portería entre las jornadas 13ª y 22ª de la temporada 2015-16, desde el minuto 3 de un duelo contra el Levante al 50 de la visita al estadio de la Real Sociedad. En total, su actual sequía es la cuarta en el escalafón desde que trabaja en Heliópolis. También tiene todavía por delante los 683’ de la campaña 2010-11 (jornadas 21ª-27ª) y los 646’ de la 2011-12 (jornadas 7ª-13ª).
El gran inconveniente para los arietes del Betis es la escasa producción de ocasiones por parte del equipo en general. Rubén, por seguir con el mismo ejemplo, sólo dispuso de dos remates ante Las Palmas, uno en los 34 minutos que le dio Gustavo Poyet en Villarreal, ninguno en los siete que jugó en Pamplona...
La responsabilidad, en todo caso, no es exclusiva del pichichi histórico de la entidad de La Palmera. Obviando a Zozulia, cuya participación en lo que va de curso no supera lo testimonial, los datos de Tonny Sanabria y Álex Alegría después de doce jornadas tampoco se merecen el aprobado. En el caso del paraguayo, que para eso es la principal inversión del club a medio plazo, todavía está por llegar su primera diana como futbolista del Betis. Su crisis como verdiblanco se extiende a seis partidos (429 minutos), pero se puede profundizar un poco más y entonces se advierte que su último gol, con la camiseta del Sporting, fue en la 30ª jornada de la pasada campaña frente al Atlético de Madrid. En otras palabras: acumula catorce jornadas de Liga sin marcar.
Y falta Álex Alegría. El extremeño fue una de las noticias positivas en el tramo inicial del campeonato, y no sólo por su doblete frente al Granada, pero el pasado viernes se quedó sin un solo minuto de juego después de nueve jornadas consecutivas participando, aunque fuese de más a menos. A todo esto, esas dos dianas en la 4ª jornada son las últimas del Betis con la firma de alguno de sus delanteros. Desde entonces, ocho jornadas en blanco.