Resurrección al estilo Betis (2-0)

LA CRÓNICA. El equipo verdiblanco gana en el día más inesperado, sin Rubén Castro ni Sanabria y con Dani Ceballos en el banquillo, pero lo hace con justicia bajo el liderazgo de Joaquín primero y el utrerano después. Jonas Martin marcó en el minuto 1 y el canterano sentenció en el 89’

16 abr 2017 / 20:36 h - Actualizado: 17 abr 2017 / 16:22 h.
"Fútbol","Primera División","Dani Ceballos","Jonas Martin"
  • Dani Ceballos festeja el triunfo después de que Mateu Lahoz señalase el final / Jesús Barrera
    Dani Ceballos festeja el triunfo después de que Mateu Lahoz señalase el final / Jesús Barrera

El Betis resucitó de entre los muertos de la Liga, a cuyo grupo amagaba con unirse después de tres derrotas consecutivas, y venció al Eibar en un partido que se le puso muy favorable desde el primer minuto. Luego defendió el gol de Jonas Martin con solvencia y, a ratos, hasta buen juego, liderado por un gran Joaquín pero sobre la base de mucho, mucho orden en todas sus líneas. No fue un encuentro maravilloso, pero el listón futbolístico de los verdiblancos está tan bajo que lo que ayer vio su afición puede ser catalogado como de lo mejor que ha ocurrido en el Villamarín esta temporada. Y sin Rubén Castro ni Sanabria, descartados a lo largo del mismo domingo, ni Dani Ceballos, que empezó en el banquillo. La tarde fue alegre para los béticos pero no estuvo exenta de su pizca de crítica. La victoria, que era imprescindible y agranda su margen sobre el descenso hasta hacerlo parecer definitivo (doce puntos a falta de seis jornadas), no suaviza ni justifica una temporada tan pobre y la hinchada, satisfecha pero exigente, no se conforma con parches.

El partido tuvo los peores prolegómenos y el mejor inicio posibles. Horas antes se lesionó Sanabria, minutos antes cayó Rubén Castro por un virus que también mandó a Dani Ceballos a la suplencia y la entrada del Betis en el césped fue saludada por su afición con una sonora pitada. El ambiente y el once parecían no aptos para béticos optimistas, pero he aquí que nada más empezar el choque, Brasanac conectó con Rafa Navarro y su preciso centro fue cabeceado a la red por Jonas Martin. Otra asistencia del canterano. Habían transcurrido sesenta segundos exactos.

La tempranera ventaja reforzó el plan que seguramente había dibujado Víctor sin imaginarse que en el minuto 1 ya iría ganando: el Betis, a priori poco capacitado para montar jugadas elaboradas y litigar por la posesión, se encerró en su campo y dejó que la iniciativa corriese a cargo del Eibar. Como mucho adelantó la defensa para reducir los espacios y minimizar las incursiones enemigas. Ese orden casi siempre se resquebraja por algún sitio, pero en toda la primera parte no ocurrió y el equipo vasco apenas remató una vez a portería, ya en el minuto 45: Pedro León centró y Kike García cabeceó a las manos de Adán. Antes de eso, Ramis remató fuera un saque de esquina y Pedro León chutó desviado tras una endeble defensa de Tosca, previa pérdida de Brasanac.

La mala salida de balón del serbio en esa jugada no fue un hecho puntual. El mediocampista firmó varias pérdidas que entorpecieron todavía más el escaso fútbol creativo del Betis, compensado a su vez por la firmeza de los centrales (halago compatible con los innumerables balonazos a ninguna parte que mandó Bruno y el citado desliz de Tosca) y el correcto posicionamiento de Rubén Pardo. A partir de la media hora, el conjunto verdiblanco trasladó esa convicción unos metros más adelante y empezó a frecuentar la parcela armera guiado y alumbrado por Joaquín. Ubicado como segundo delantero, aprovechó el buen trabajo de Álex Alegría en la recogida de balones aéreos y suya fue una contra que estropeó con una defectuosa asistencia al extremeño, una falta lateral que Yoel despejó in extremis y otra falta que Pezzella peinó fuera. Llegado el intermedio, el Betis era superior al Eibar.

El regreso de los vestuarios no alteró esa fisonomía del envite. Bien pertrechado en su campo, el Betis fue sintiéndose cada vez más cómodo con ese dibujo y fluido en los contragolpes. Una falta de Durmisi desde la frontal que se marchó alta, un gran pase de Joaquín que Álex Alegría no interpretó a tiempo para plantarse solo ante Yoel, otro chut de Rubén Pardo a las manos del meta visitante... El encuentro, ya con Dani Ceballos en el césped, parecía de claro color verdiblanco, aunque su renta era mínima y el desenlace aún no estaba cerrado.

De todas formas, el Eibar estuvo muy por debajo de su nivel habitual y sólo disfrutó de un par de ocasiones claras. La que más, un remate de Gálvez a bocajarro tras una volea de Inui que Adán desvió con el paradón de la tarde. La otra, un pase atrás del japonés que Pedro León, solo en el punto de penalti, no enganchó. Fueron las únicas fracturas del sistema defensivo verdiblanco, que Víctor reforzó con la entrada de Donk por Joaquín a pesar de la contrariedad y la protesta del graderío. El sistema ofensivo, por su parte, fue reanimado por el ímpetu y la calidad de Dani Ceballos, que además logró el premio postrero en el gol de la tranquilidad.

FICHA TÉCNICA

REAL BETIS: Adán; Rafa Navarro, Bruno, Pezzella, Tosca, Durmisi; Brasanac, Rubén Pardo (Petros, m. 84), Jonas Martin (Dani Ceballos, m. 62); Joaquín (Donk, m. 73) y Álex Alegría.

SD EIBAR: Yoel; Capa, Ramis (Gálvez, m. 26), Lejeune, Luna; Pedro León, Escalante (Rivera, m. 63), Dani García, Bebé (Inui, m. 46); Kike García y Sergi Enrich.

Goles: 1-0, m. 1: Jonas Martin. 2-0, m. 89: Dani Ceballos.

Árbitro: Mateu Lahoz (Comité Valenciano). Amonestó a Jonas Martin (20’), Bruno (22’), Capa (35’), Lejeune (65’), Pezzella (68’), Dani García (75’), Rubén Pardo (79’) y Kike García (85’).

Incidencias: partido de la 32ª jornada, disputado en el estadio Benito Villamarín ante 30.331 espectadores.