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Rubén Castro lamenta una ocasión fallada durante el partido contra el Shanghai Shenhua / Osports
Rubén Castro ha cogido carrerilla en su aventura china. Después de estrenarse como goleador en su segundo partido con el Guizhou Henfeng, el pasado sábado, el delantero canario ha hecho su primer doblete en la Super Liga del país asiático. Su víctima ha sido el Shanghai Shenhua, que ha caído ante el conjunto del ariete propiedad del Betis por un contundente 0-3. Y lo que son las cosas: su entrenador es Gustavo Poyet. El uruguayo, de hecho, está bajo sospecha desde hace tiempo y esta goleada en contra puede precipitar su destitución.
El goleador del Guizhou, donde está cedido por el club verdiblanco, se toma así su particular revancha del entrenador que tan mal se lo hizo pasar durante los pocos meses que permaneció en Heliópolis. El charrúa no sólo lo condenó a jugar en la banda con responsabilidades incluso defensivas, sino que hubo jornadas en que o fue sustituido con el equipo perdiendo o ni siquiera se sentó en el banquillo.
Meses después de todos aquellos sinsabores, Rubén aprovechó el tiempo de prolongación del encuentro para convertir el 0-2 (92’) y el 0-3 (95’) y hundir un poco más si cabe a Poyet. Los dos goles fueron de trazo similar, después de sendas internadas por la derecha que el de Las Palmas culminó con certeros remates.
Después de 20 jornadas de Liga, el Guizhou asciende a la novena plaza después de las dos victorias consecutivas que ha acumulado entre sábado y miércoles. Está a nueve puntos, con un partido menos, de las plazas que clasifican para la Liga de Campeones de Asia.