Rubén, Ceballos y las encuestas

Ángel Haro y Rafael Salas rivalizan por los designios de una entidad devaluada por el error y el horror. Alexis Trujillo, el hombre interino, cerró la Liga en El Molinón. Ante un rival descendido y bajo el más riguroso silencio.

20 may 2017 / 22:10 h - Actualizado: 20 may 2017 / 23:07 h.
"Rubén Castro","Dani Ceballos","Alexis"
  • Los jugadores del Real Betis felicitan al canario Rubén Castro, que firmó un doblete. Su propósito era igualar el registro goleador de Rincón en Primera División. / LaLiga
    Los jugadores del Real Betis felicitan al canario Rubén Castro, que firmó un doblete. Su propósito era igualar el registro goleador de Rincón en Primera División. / LaLiga

El voto del miedo. El del pánico al continuismo y a la gobernabilidad de los protegidos. Dos formas de interpretar un gobierno. Dos maneras de dirección en el deporte del XXI. La afición del Real Betis Balompié, hastiada y resignada, cerró ayer la temporada con una socarrona sonrisa de alivio gracias a Rubén Castro, el hombre de la gasolina mágica, y a Dani Ceballos, el chico que representa los valores de un presunto futuro de oro y caviar. Un destino teledirigido que pretenden controlar Ángel Haro y Rafael Salas, empresarios y béticos de cuna.

La guerra es una realidad. Una lucha encarnizada por el beneplácito del prójimo. Voto a voto. Tuit a tuit. La diatriba más real desde los tiempos de Lopera y Hugo Galera se libra en un escenario digital que ha revolucionado el medio y el miedo. La sombra de Lopera y la herencia envenenada condicionarán una cita que será convulsa por el enésimo desafío a la paciencia de la fiel clientela. Los ataques furtivos y cruzados y los mensajes subliminales fomentan el debate a pie de urna. En sentido figurado y hasta simulado.

El Betis necesita una revolución. Una catarsis. Una depuración de responsabilidades por la salud de la compañía, una SAD que compagina pasión y rentabilidad. Rafael Salas ha recurrido a Alfonso Pérez Muñoz y Miguel Valenzuela para minimizar la figura de Lorenzo Serra Ferrer, un mito para aquellos que recuerdan en su memoria de color sepia las hazañas en blanco y negro.

Las redes sociales son el termómetro de una actualidad que emana inestable de las entrañas de un Benito Villamarín en silencio. En el más riguroso de los silencios. Alexis Trujillo, el hombre interino, despidió el curso en El Molinón. Ante un Sporting descendido y con dos figuras con nombre propio. Rubén Castro y Dani Ceballos, el dúo más talentoso de una compañía que tratará de esquivar la tempestad en plena marejada institucional. Un puñado de apoyos y un sinfín de reuniones ocultas. Como en la Andalucía de la dictadura. En el silencio del cine y con chaqueta y bombín. Como el nuevo Betis del XXI.