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Rubén Castro. / Manuel Gómez
Faltan dos jornadas para que concluya la temporada en Primera División y el Betis ve cómo se eterniza su salvación matemática igual que Rubén Castro contempla, seguramente con un fuerte sentimiento de frustración, cómo se le resiste su récord goleador en la categoría. El canario no ha marcado en las cuatro últimas jornadas (Celta, Las Palmas, Sevilla y Barcelona) y continúa estancado, entre comillas, en 17 tantos, con lo que continúa a uno de igualar esa plusmarca de 18 dianas que obtuvo en la campaña 2012-13. El goleador verdiblanco está a la misma distancia de otro de esos honores que le gustaría incluir en su currículum, el de pichichi nacional de la Liga, después de que Aduriz desbloquease el domingo el triple empate que había antes entre él, el bético y Borja Bastón (Eibar).
El último gol de Rubén fue el de la victoria del Betis ante el Levante (1-0) en la 32ª jornada. Culminaba así una excelente serie de siete tantos en siete jornadas, desde el doblete que marcó al Rayo Vallecano en la 23ª. En ese tramo de mes y medio, el artillero de Las Palmas sólo se quedó sin marcar en un encuentro, contra el Málaga en el Villamarín. A partir del choque contra los granotas, sin embargo, el pichichi histórico del Betis ha vuelto a caer en una depresión de puntería que ya dura 357 minutos.
Curiosamente, su otra gran crisis de la temporada fue después de enfrentarse al Levante, en este caso en el Ciutat de Valencia, en la 13ª jornada. Allí también marcó el tanto de la victoria, como sucedió una vuelta más tarde en el Villamarín. Entonces fueron ocho las jornadas consecutivas en las que Rubén se quedó en blanco. Se trata de su récord negativo como futbolista del Betis: más de 700 minutos sin ver puerta.
El bache de Rubén coincide con el de sus principales rivales en la pugna por acabar la Liga como máximo goleador español. Aduriz marcó, de penalti, ante el Celta, pero venía de estar ocho jornadas seguidas sin celebrar una sola diana, desde la que logró frente al Dépor en la 27ª. Borja Bastón, por su parte, acumula seis jornadas sin salirse con la suya y en total ha anotado un solo gol en las doce últimas. El próximo domingo, por tanto, se verán las caras en Ipurua dos delanteros en un mal momento.