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Rafael Salas y Manuel Castaño ya se han visto las caras / Manuel Gómez-Jesús Barrera
Rafael Salas, candidato a la presidencia del Betis, anunció desde el primer día que pensaba reunirse con Manuel Castaño, uno de los principales accionistas individuales de la sociedad anónima deportiva, para explicarle su proyecto y convencerle de que votara a su favor en la junta extraordinaria del próximo 29 de junio. Ese encuentro se ha producido este jueves, justo una semana antes de la asamblea.
Salas y Castaño han almorzado juntos poco después de que el exconsejero declarase como testigo en el juicio contra Manuel Ruiz de Lopera. A la salida del juzgado, el abogado ya adelantó que iba a llamar al también exconsejero para concertar la cita.
Son días ajetreados para el candidato, que intenta recabar el máximo de apoyos posibles para competir con Ángel Haro y José Miguel López Catalán. Esta misma tarde, de hecho, piensa regresar a Marchena, donde se encuentra la segunda peña con más acciones del Betis. Fue la primera visita de su candidatura.
El apoyo de Castaño se antoja imprescindible para Salas si quiere tener alguna opción de vencer a los actuales dirigentes del Betis. El letrado posee unas 5.000 acciones a título individual, pero con él va su familia y otros allegados, lo que eleva su capital hasta las 6.000 acciones, que representan aproximadamente un 5%.