El entrenador del Real Betis, Quique Setién, ha admitido este miércoles que el partido de mañana en Anoeta "es una final, no hay vuelta atrás", ya que decidirá qué equipo sigue adelante en la Copa del Rey, y vaticinó que "habrá igualdad" y "será un calco de lo visto" en el partido de ida.
Betis y Real Sociedad empataron a cero el jueves pasado en Sevilla cuando, según Setién, su equipo "mereció ganar, pero en Liga fue al revés", ya que los béticos vencieron por la mínima pero los vascos gozaron de muchas ocasiones, así que el técnico prevé "que será parejo" y pasará quien "tenga más acierto".
El entrenador bético aseguró que los donostiarras "antes de cambiar de entrenador, ya hacían cosas bien", con la diferencia de que "ahora tienen más acierto ante la portería y más tranquilidad", por lo que "es un rival que debería estar arriba" porque "está en una racha mejor, está sumando".
El preparador cántabro confirmó la baja del lateral zurdo Júnior Firpo, "que todavía siente alguna molestia" por la lesión que lo mantiene inactivo desde antes de Navidad, y "tampoco viajan otros están en riesgo de lesión como Francis (Guerrero) y (Andrés) Guardado", por lo que convocará a "algunos futbolistas del filial".
Setién indicó que el mexicano Diego Lainez, recién fichado, "está en la lista" aunque "falta un papel" para saber si puede ser alineado, pero prefiere que viaje aunque finalmente no tenga licencia porque "está con ilusión y ganas, se está adaptando. Hay que darle un margen de tiempo".
Por último, el técnico santanderino afirmó que le "gustó bastante la rueda de prensa de (Carlos) Velasco Carballo" sobre el VAR por "el enfoque dado", aunque puntualizó que le "gustaría valorar cosas con los árbitros, que haya una comunicación más cercana para que no hubiera tanta tensión en los partidos", lo que "calmaría las situaciones".