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Setién, agachado junto a Butragueño y Tomás en uno de sus partidos con la Selección. / El Correo -
Setién, en los cromos.
Aunque el próximo lunes su cabeza estará centrada en lo que le ocupa, un Eibar-Betis que puede permitir a su equipo asentarse entre los que sueñan con disputar competición europea, sin duda también habrá momento a lo largo del mismo para recordar otro 20 de noviembre, en este caso de 1985, de inolvidable recuerdo para Quique Setién.
Ese día, el otrora centrocampista debutó como internacional absoluto con la Selección. Fue en Zaragoza, donde ni tan siquiera la convocatoria de huelga de los trabajadores del club maño para esa fecha impidió que Setién, jugador del Atlético de Madrid por aquel entonces, disfrutara de uno de esos días grabados a fuego en la vida de un futbolista.
España iniciaba su preparación para el Mundial de México 1986 con un amistoso frente a Austria. La entrada más cara para adultos tenía un precio de 1.000 pesetas; la infantil, 100, pero no hubo mucha expectación. Para Setién, en cambio, al igual que para Míchel, Tomás y Eloy, era un día mágico. Era el día de su debut.
Miguel Muñoz, seleccionador nacional, presentó la siguiente alineación: Zubizarreta; Tomás, Maceda, Goicoetxea, Camacho (Julio Alberto, 46’); Víctor (Señor, 46’), Míchel, Setién, Gordillo (Francisco, 46’); Butragueño y Rincón (Eloy, 66’). España y Austria –con Polster en sus filas– empataron a cero.
Aquel fue el primero de los tres encuentros que el actual entrenador del Betis disputó con la Selección. Un mes después (18 de diciembre), Setién volvió a ser titular en otro amistoso, contra Bulgaria en Valencia. Jugó 73 minutos y fue sustituido por Sarabia. Míchel y Calderé sellaron la victoria por 2-0.
Su tercer y último partido como internacional fue contra la URSS en el Insular de Las Palmas (22 de enero de 1986). España volvió a ganar por 2-0 –Julio Salinas y Eloy– con Setién entrando al campo tras el descanso sustituyendo a Francisco.
México, última parada
Uno de los momentos más esperados por el cántabro fue el día en que Miguel Muñoz dio la lista de 22 seleccionados para el Mundial de México. Y allí estaba él, en un grupo con Chendo como novedad y en el que sólo se mantenían cinco jugadores respecto al Mundial 82.
España comenzó perdiendo ante Brasil (1-0) con aquel gol fantasma de Míchel pero luego ganó a Irlanda del Norte (2-1) y Argelia (3-0). En octavos de final goleó a Dinamarca (5-1), aunque caería en cuartos ante Bélgica tras empatar 1-1 y perder en la tanda de penaltis (4-5).
Setién no participó en ninguno de esos encuentros. Es más: no volvió a jugar más con la Selección, donde, por su calidad, quizá debió tener más minutos. Al menos, en su recuerdo queda haber peleado con los mejores.