Tan arriesgado como eficaz

El experimento de Víctor en La Rosaleda dio sus frutos y un Betis desconocido por las rotaciones volvió a ganar lejos del Benito Villamarín cuatro meses después. Es la primera victoria del técnico madrileño a domicilio desde que llegara al banquillo

01 mar 2017 / 00:15 h - Actualizado: 01 mar 2017 / 00:25 h.
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  • Jonas Martin y Álex Martínez fueron dos de los cambios que Víctor introdujo en el once titular para enfrentarse al Málaga. / Foto: EFE
    Jonas Martin y Álex Martínez fueron dos de los cambios que Víctor introdujo en el once titular para enfrentarse al Málaga. / Foto: EFE

La lista de convocados que ofreció Víctor Sánchez del Amo antes de partir hacia tierras malagueñas hacía temer lo peor. Rubén Castro, máximo artillero de los verdiblancos, se quedaba en Sevilla por decisión técnica. La noticia corría como la pólvora en las redes sociales y las críticas al entrenador por esta decisión, también. Algo que ya sucedió esta temporada cuando Poyet ocupaba el banquillo de los verdiblancos. Pero la crítica sería aún más feroz con el entrenador del Betis cuando desde el hotel de concentración del equipo se sospechaba con una revolución total en el once. Jugadores como Dani Ceballos, Petros, Mandi o Durmisi comenzarían viendo el partido desde el banquillo. Una apuesta arriesgada que acabó saliendo bien. Un experimento que se argumentaba en la carga de partidos que el Real Betis tiene próximamente.

El experimento funcionó para sorpresa de muchos, aunque eso sí, en el terreno de juego se demostró que este Betis no está bien. Como tampoco lo estuvo el Málaga. De hecho, la fragilidad defensiva del conjunto costasoleño fue la que facilitó las cosas, primero a Jonas Martin y, después a Tony Sanabria, que definieron con calidad ante Kameni.

Jugadores que apenas venían contando para Víctor como Bruno, Rafa Navarro, Brasanac o Álex Martínez aprovecharon y cumplieron para alegría de los más de 400 béticos desplazados hasta tierras malacitanas. Un golpe sobre la mesa del entrenador, que tiró de fondo de armario para solventar la papeleta. Y eso que en este Betis quizá lo que más falte sea precisamente eso, alternativas en el banquillo. Por cambiar, en el Betis ayer se cambiaron hasta las rayas de la camiseta, que pasaron a ser horizontales con motivo del Día de Andalucía, que coincidía con la disputa del partido, casualidades del destino, también ante otro equipo de la comunidad. Al Betis le salió cara y a pesar de los numerosos cambios, logró traerse tres puntos de oro a Heliópolis, pues hacía cuatro meses que no lograba ganar lejos de su estadio. Se rompe por tanto una racha de dos meses sin ganar en Liga y se redime de dos varapalos consecutivos ante Granada y Sevilla. Un punto de inflexión tan necesario como válido que la afición merecía.