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Sanabria, en una acción del Betis-Espanyol. / M. Gómez
El consejo de administración del Betis ha hablado muy en serio con el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP), Javier Tebas, para que los viernes no sean sistemáticos en los partidos del conjunto verdiblanco. Y de momento da la impresión de que ha logrado algunos frutos. En concreto, Tebas ha dado la razón a los dirigentes en que tantos viernes perjudican a los seguidores béticos, sobre todo si el partido es en el Villamarín, y se ha comprometido a reducir la cantidad de encuentros que el Betis, como local, disputa en viernes. En la medida de lo posible, claro, ya que quienes eligen son las televisiones.
En todo caso, parece que las conversaciones ya han logrado el efecto deseado, o parte de él. El reciente Betis-Espanyol se jugó un domingo y el primer choque de Liga de 2017 en casa, el Betis-Leganés, también se celebrará un domingo (8 de enero). Los dos próximos, ante el Celta y el Athletic, caerán igualmente en ese mismo día, pero eso se debe a que los rivales del Betis participan en la Liga Europa, con lo que están exentos de jugar los viernes. El principio de acuerdo, por llamarlo de algún modo, no afecta sin embargo a los choques fuera de casa, al entender la Liga que ahí ya no existe ese daño para los socios del Betis.
El otro gran foco de discusión con la LFP no está tan claro. El consejo heliopolitano pretende que sus ingresos por televisión sean proporcionales a los importantes niveles de audiencia que suelen presentar sus encuentros. La temporada pasada, favorecido por ser televisado tanto en abierto, el Betis fue el cuarto conjunto de la Liga en audiencias nacionales, sólo por detrás de Real Madrid, Barcelona y Atlético de Madrid. En las internacionales, sin embargo, estuvo de la mitad para abajo. Y ese es más o menos el puesto que ocupó en el ‘ranking’ televisivo de la Liga: fue el undécimo en el reparto (34,4 millones de euros).