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Zaza marca a Adán el segundo gol del Valencia en el partido del pasado domingo. / Manuel Bruque (Efe)
Más que por el nivel de Antonio Adán como guardameta, el debate que se ha abierto esta temporada sobre la portería del Betis es si el madrileño es un cancerbero apto para el sistema que ha impuesto Quique Setién en el equipo. El entrenador muestra, en todas sus reflexiones sobre el asunto, una confianza ciega en su jugador, pero los movimientos y los rumores que apuntan a la contratación de un nuevo portero (Pau López, del Espanyol parece estar ya apalabrado) señalan en otra dirección. «Trato de rebajar la responsabilidad que se recae sobre Adán por los goles encajados. Es una cuestión de grupo y no de un jugador», expuso Setién en la última ocasión en que se le cuestionó sobre el tema. Ego te absolvo, Adán; el cuerpo técnico deja a este Adán sin el pecado original de los goles encajados.
El entrenador verdiblanco tuvo también que mandar un recadito a la grada después de que Adán estuviera a punto de equivocarse en un regate a pocos metros de su portería en el partido ante la Real Sociedad de la semana pasada. A Quique no le gustó nada la pitada a Adán por ese lance, aunque el Villamarín la cambió por aplausos poco después de una estupenda estirada de su portero.
Hay una corriente de opinión que apunta a que casi todos los porteros que salen de la cantera del Real Madrid tienen dos problemas: las salidas por alto y el juego con los pies. A Adán también se le ha colgado el sambenito, precisamente cuando juega en un equipo en el que el pelotazo está mal visto en la salida de balón en la mayor parte de las ocasiones, «yo estoy muy contento con la forma de jugar con el míster, creo que me hace mucho mejor portero de lo que era. Siempre he sentido la confianza del entrenador y de mi entrenador de porteros», explicó Adán después de encajar un gol ante el Villarreal propiciado por un fallo suyo.
El Adán al que se le achaca que tiene algún déficit con el balón en los pies, es el mismo que ya acumula dos asistencias por conectar con precisión astronómica con sus delanteros en pases que atraviesan todo el campo. Así marcó el Betis ante el Leganés y ante el Levante en el último triunfo del equipo a domicilio. Y ahí estuvo Setién, presto, para apuntar la buena acción de su portero en la génesis de esos dos tantos. Tampoco los datos estadísticos avalan la tesis sobre su problema cuando se trata de patear el balón. Adán está en el top 5 de los porteros de la Liga que mayor porcentaje de acierto tienen en el juego con los pies.
Pero pese a todo, la losa de los 52 goles encajados pesa sobre la cabeza del portero verdiblanco por mucho que Setién trate de trocear el pecado entre los once jugadores que están sobre el campo en el momento de encajarlos.
De aquí a final de temporada, al guardameta verdiblanco le toca convivir con sus sambenitos y con la más que probable llegada de un nuevo portero en junio. Sobre la mesa está su continuidad en el equipo, cuando aún le queda un año de contrato