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Mandi pugna por un balón con el jugador del Alavés Rubén Sobrino en el partido disputado en Mendizorroza. / David Aguilar (Efe)
La imperial segunda vuelta del Betis se traduce en números en 32 puntos en 16 partidos. Sólo hizo una segunda vuelta de calendario más esplendorosa en la temporada 96/97 en la que sumó 35 puntos. Con tres partidos por delante para agrandar la cuenta, los verdiblancos podrían marcar un hito histórico a poco que acompañen los resultados.
De esta primorosa trayectoria en los últimos dieciséis partidos, sobresale la figura del central argelino Aissa Mandi. Con menos focos que el impacto de Marc Bartra o la eclosión de los canteranos, lo cierto es que el defensa se ha convertido en un fijo en las alineaciones de Quique Setién en la segunda vuelta. Ha jugado todos los partidos completos desde la visita del Barcelona el pasado mes de enero. La alineación de los verdiblancos en este tramo del curso ha sido Mandi y diez más.
El dato de haber jugado todos los minutos de la segunda vuelta es una gesta que, ni mucho menos, abunda entre los jugadores de campo de la Liga, aunque sí es más común entre los porteros. De hecho, Mandi forma parte de un cuarteto que puede presumir de haber completado este ciclo del calendario siempre sobre el césped. Roberto Rosales del Málaga y los espanyolistas David López y Gerard Moreno son los otros tres futbolistas que no han faltado nunca en sus equipos. Otro bético, Fabián Ruiz, podría también formar parte de este grupo, pero los dos minutos de partido que se perdió en el choque ante el Barcelona, en la jornada 20, tras ser sustituido por Camarasa le excluye de tan suculento club.
Aunque Quique Setién reconoció tras el partido ante el Málaga que una de las claves del éxito del equipo ha sido que los jugadores han creído y han estado implicados con la idea de juego que traía en su libreta, también es cierto que ha costado convencer en esa filosofía a unos más que a otros, y, posiblemente, Mandi sea uno de ellos. Al argelino se le empezó a vigilar la matrícula desde un partido de pretemporada, en Italia, ante el Inter de Milán, en el que un error suyo en una entrega a Adán provocó un penalti en contra y la derrota del Betis. Empezó, entonces, una corriente de opinión que sostenía que las características del central no eran las más apropiadas para jugar a lo que quería Setién y, además, se le achacó de defensa blando al que el faltaba cierta mala leche en determinadas ocasiones (hasta le pusieron el apodo de Blandi). Pese a las críticas, el entrenador siempre le ha defendido públicamente.
Cuando el cuerpo técnico optó por aplicar el sistema de los tres centrales para minimizar los errores y desatenciones defensivas, Mandi fue uno de los principales beneficiados, y ahí están los datos. Se ha convertido en el jugador de campo que más minutos ha disputado esta temporada (está entre los doce futbolistas, exceptuando a porteros, que más juegan de toda la liga). Pero lo que es más importante, el internacional argelino parece completamente familiarizado con el sistema de juego del equipo. El zaguero es uno de los operarios de lujo del tiki taka de Setién, hasta el punto de ser el sexto jugador de la Liga que más pases da, una posición algo extraña para un defensa. Su acierto en el pase también es alta y no es extraño encontrar partidos de esta temporada en los que su porcentaje de efectividad en la combinación ha llegado al 99 por ciento.