Un pacto que mueve otra vez el puzle del Betis
El acuerdo con Bitton Sport ha tenido un efecto dominó entre el accionariado del Real Betis y algunos hombres de peso incluso plantean alternativas al gobierno de ‘Ahora Betis Ahora’, con Haro y López Catalán al frente. El consejero Rafael Salas medita dar un paso al frente y romper «con el miedo» a presentarse.
El acuerdo entre el Real Betis Balompié y la empresa de Luis Oliver, Bitton Sport, ha provocado un efecto rebote entre la masa accionarial de la sociedad verdiblanca, que una vez firmado el contrato con el empresario navarro, empieza a plantear nuevos escenarios de gobierno para la entidad.
Por un lado, se encuentra la opción de Rafael Salas. Con algo más del 1% del capital social, Salas es consejero del actual órgano rector verdiblanco y tal y como ha venido sosteniendo, incluso antes de la firma del acuerdo, «medita presentar una candidatura» que dispute el gobierno del club a Ángel Haro. El propio presidente conoce de primera mano las intenciones de Rafael Salas, al que el jueves invitó a «dimitir» públicamente. Este asunto llegó incluso a tratarse cuando sobre la mesa del consejo de administración se expusieron los términos del acuerdo que el Betis acabaría firmando con Oliver el pasado 17 de marzo. Aunque la aprobación del contrato fue por unanimidad, como ya explicó José Miguel López Catalán, Rafael Salas quiso hacer constar en acta su propuesta: la dimisión en bloque del consejo. El motivo, según el propio Rafael Salas, era evidente. «Hicimos lo que teníamos que hacer. Firmar este acuerdo era un mal necesario para el Betis. Ahora bien, una vez llegado a ese punto, de aquí tenemos que irnos todos. El Betis ya es libre con este acuerdo y ahora son los béticos los que tienen que decidir en una junta si nos quieren. Fuimos el voto del miedo, o nosotros o Lopera u Oliver. Ya no están, que decidan los béticos con libertad y sin temer al ‘lobo’», dijo Salas en declaraciones a este medio.
Pero Salas no podría gobernar con sus acciones, necesitaría el apoyo de otros accionistas. Las plataformas PNB y Béticos por el Villamarín tienen que decidir a quién apoyar llegado el momento, pues son sus sindicados y asociados los que deciden a qué o quién se presta el montante accionarial con el que cuentan. El propio Salas perteneció con anterioridad a BXV, por lo que todo hace indicar que recibiría el apoyo de esta asociación, que contando con las acciones del propio Salas maneja en torno a un cinco por ciento del capital.
Por otro lado están las acciones de Manuel Castaño y su familia –en torno al 4,4%–, que parecen encontrarse en stand by. «Nadie me ha llamado para proponerme nada. Si Salas o cualquier otro presenta una candidatura, me parece bien, pero no me planteo ir con nadie. Además, nadie me lo ha pedido tampoco. Prefiero esperar de momento y ver qué pasa después de la firma del acuerdo con Oliver», señaló Castaño a El Correo de Andalucía.
Ángel Haro y José Miguel López Catalán, que suman en torno al 8%, pretenden seguir adelante con su proyecto de gobierno para dar estabilidad, pues entienden que una junta de accionistas haría tambalear de nuevo los cimientos del Villamarín y «no es el momento idóneo», tal y como comentaron esta semana en Canal Sur Radio. Sin embargo, el propio presidente acepta como rival a todo aquel que presente una alternativa después de conocer los términos del acuerdo suscrito con Luis Oliver.
Precisamente la presencia del empresario navarro sigue generando desconcierto entre los accionistas de peso, sobre todo después de la últimas declaraciones que efectuó a La Sexta, en las que aseguró que había vuelto al entorno bético «para quedarse».
De convocarse una junta, podría producirse un relevo en el gobierno de la entidad, eso sí, siempre y cuando se presentase alguna alternativa al proyecto de ‘Ahora Betis Ahora’. Por el momento, ni se ha convocado la asamblea, ni nadie ha dado el paso al frente definitivo.
Sin el 51,34% de Oliver –sin efecto según el acuerdo firmado entre las partes– decide el 48% restante. Un 15 no interviene por encontrarse disperso y el resto queda dividido, en su mayoría, entre los accionistas mencionados anteriormente. Circunstancia que beneficiaría pactos y acuerdos entre las partes si se encuentra este hipotético escenario y el bético se ve obligado a decidir. De momento, Haro y Catalán siguen teniendo ventaja.