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Los jugadores béticos, durante un entrenamiento en la ciudad deportiva. / Manuel Gómez
Después de seis meses y medio dando tumbos, el Betis recuperó el pasado domingo el liderato en el estadio de Gran Canaria y la idea de Pepe Mel y su gente es no soltarlo hasta que acabe de Liga para poder devolver al club a la categoría que se merece, que no es otra que la Primera división.
Con la visita del Leganés al Benito Villamarín, que registrará una gran entrada pese a la amenaza de lluvia, los verdiblancos deben iniciar el despegue y empezar a establecer diferencias con el grupo perseguidor, que está marcando un ritmo de puntuación altísimo que amenaza con fijar el ascenso más caro de todos los tiempos.
No valen, por tanto, relajaciones, y hará bien Mel en concienciar a sus hombres de que nada hay aún conseguido y que ante los rivales teóricamente inferiores hay que apretar tanto o más queante los gallitos para evitar sorpresas desagradables, a las que es tan dado el Betis.
El dato habla por sí solo: ante Las Palmas, Valladolid, Sporting y Girona, equipos todos que pelean por el ascenso, el Betis ha sumado 17 puntos en 7 partidos. Y ante Leganés, Osasuna, Alavés, Albacete y Ponferradina, en esos mismos 7 partidos, solo fue capaz de sumar 2 puntos, pues perdió en la primera vuelta con todos ellos y solo arañó un empate con Albacete y Ponfe en la segunda.
Ante el Leganés cayó el Betis en la primera vuelta merced a un gol de Velasco en el minuto 90 que dejó al entonces técnico, Julio Velázquez, muy tocado, pues sumaba su tercer partido sin ganar y sin marcar gol tras los empates a cero ante Valladolid y Las Palmas.
El once inicial que cayó en Butarque será muy similar al que alinee hoy Mel en el Villamarín, pues entonces jugaron Adán, Molinero, Bruno, Jordi, Álex Martínez, Cejudo, Matilla, Lolo Reyes, Dani Ceballos, Jorge Molina y Rubén Castro, que solo fueron capaces de rematar una vez entre los tres palos de la meta defendida por Queco Piña y no forzaron ni un saque de esquina (doce botó el Leganés sobre la meta de Adán), en el que sin duda ha sido uno de los peores partidos del Betis de la temporada.
Hoy Casado, Portillo, N’Diaye y Pacheco ocuparán los puestos de Álex Martínez, Cejudo, Matilla y Dani Ceballos –que desde el banquillo está resultando letal en los últimos partidos–, pues la idea de Pepe Mel es repetir el once que ganó en Las Palmas, con el único cambio obligado de la entrada de Casado por el sancionado Varela, que no se ha perdido ni un minuto de juego en los últimos 15 partidos que acumula el Betis sin conocer la derrota, algo de lo que solo sus compañeros Adán y Jordi Figueras pueden presumir, pues Rubén Castro fue sustituido en los compases finales de los partidos ante el Lugo, Racing y Girona, saldados todos ellos con victoria.
Enlazar hoy ante el Leganés una segunda serie de tres victorias seguidas como la que ya logró con Mel ante Tenerife, Sporting y Sabadell –tras el empate inicial en Alcorcón– supondría un espaldarazo en toda regla a la brillante reacción que ha tenido el equipo en las dos últimas jornadas ante Valladolid y Las Palmas, después de que asomaran serias dudas por el juego desplegado en cuatro de los cinco partidos previos, ante Mirandés, Albacete, Ponferradina y Numancia. El Betis está en la rampa de despegue para regresar a Primera y un triunfo hoy se antoja vital para coger impulso en el ascenso.