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Alfonso, junto a Miguel Valenzuela, Adrián Fernández y Rafael Salas durante la presentación de la candidatura ‘Arriba Betis Campeón’ / Foto: Manuel Gómez.
La llamada guerra electoral entre las dos candidaturas que optan a la presidencia del Real Betis tras la junta de accionistas del próximo 29 de junio sigue su curso. Los candidatos de uno y otro lado –Ahora Betis, ahora y Ahora Betis campéon– se afanan en contar sus proyectos y en convencer a los béticos de que su opción es mejor que la contraria. En medio de todo este lío de presentaciones y apariciones en los distintos medios de comunicación, el padre de uno de los niños de la escuela de fútbol que tiene la Fundación Real Betis, decidió ponerse en contacto con Alfonso Pérez Muñoz, miembro de la candidatura de Rafael Salas y que estos días anda por Sevilla promocionando su proyecto, para que se acercase a la escuela a hacerse una foto con uno de los equipos. La escuela, que depende directamente del club heliopolitano, tiene 11 equipos que se entrenan en el campo número 7 de césped artificial de las instalaciones deportivas de la Universidad Pablo de Olavide. Se da la coincidencia de que cada equipo de la Fundación lleva el nombre de alguna leyenda verdiblanca.
Así, el grupo de alevines recibe el nombre de Alfonso Pérez Muñoz. El padre de uno de los miembros de este equipo, aprovechando la visita a la ciudad del exjugador, decidió llamarlo para que se hiciera una foto con los compañeros de su hijo. Alfonso, que accedió de inmediato a la petición, recibió una llamada minutos más tarde pidiéndole que no lo hiciera. Era el mismo hombre que poco antes decidió solicitarle esa foto con los más pequeños. El motivo, según ha podido saber El Correo de Andalucía, radica en la negativa de la entidad verdiblanca a esta visita. Al parecer, el entrenador del equipo alevín de la escuela recibió órdenes directas de la entidad para evitar que se produjera la instantánea.
El Correo de Andalucía quiso también conocer las razones de esa negativa por parte del Betis, que alega que todo obedece a una cuestión de protocolo y que es la propia escuela la que gestiona la visita de un jugador y no los padres. El club afirma que si Alfonso lo hubiese pedido a través de los cauces habituales no hubiera habido ningún problema, aunque los chavales se quedaron sin la foto y los que sospechan de guerra subterránea alrededor de las inmediatas elecciones tienen más historias de las que sospechar.