Una vuelta para soñar con Europa

El Real Betis llega al ecuador del campeonato en un gran estado de forma y con el respaldo de los últimos resultados, que no sólo refuerzan su posicion en la tabla, sino que también confirman la mejoría y el salto de calidad que la entidad pretendía este año. Tras diecinueve jornadas, los de Quique Setién cierran la primera vuelta en la séptima posición de la tabla y a sólo dos puntos de los puestos europeos, que precisamente delimita el Sevilla con veintinueve. En el club nadie quiere hablar de Europa, pero la cercanía con los puestos que dan acceso a competiciones continentales, así como las sensaciones que ofrece el equipo después de enlazar dos victorias consecutivas, obligan, al menos, a pelear por ello. Y eso que, atendiendo al proyecto inicial, clasificarse para disputar la Europa League no puede ser una obligación, pero sí una ilusión teniendo en cuenta que quedan por delante diecinueve partidos para que concluya la temporada y que, mirando los equipos que quedan vivos en la Copa del Rey, el puesto que ocupa a estas alturas el conjunto verdiblanco podría tener también ese premio.

Y es que los cinco primeros meses de competición han dado para mucho en Heliópolis. El arranque de Liga ya hacía intuir que la idea de fútbol que pretendía instaurar Quique Setién daría que hablar. Tras la derrota (2-0) en la jornada inaugural frente al Barcelona, una victoria ante el Celta (2-1) permitía sumar los tres primeros puntos del curso liguero. Sin embargo, de nuevo a domicilio el Betis protagonizó una nueva derrota, esta vez ante el Villarreal (3-1). La cuarta fecha permitió el segundo triunfo de la temporada, de nuevo, en el Villamarín y ante el Dépor de Pepe Mel (2-1). De ahí en adelante el Betis encadenaría tres jornadas consecutivas sin perder que elevaron aún más el ánimo, y no sólo por el resultado, sino también por el juego desplegado. De este modo, el Betis logró vencer al Real Madrid (0-1) y al Levante (4-0), empatando con la Real Sociedad (4-4). El triunfo en el Bernabéu dio alas al equipo de Setién, que lograba tras un partido muy trabajado la primera victoria lejos de su estadio y ante el rival más inesperado y en un escenario donde llevaba dos décadas sin vencer. La confirmación llegó días más tarde ante los granotas, justo antes de protagonizar dos partidos de auténtica locura frente a La Real y el Valencia (3-6). Una nueva victoria, otra vez en casa y ante el Alavés, permitía seguir ilusionándose. Sin embargo, el Betis entró en una espiral de mal juego que lo llevó a desplomarse. La derrota ante el Espanyol (1-0) y, sobre todo, frente al Eibar (5-0), sumando, eso sí, un punto en casa frente al Getafe, confirmaban la crisis. Un empate in extremis ante el Girona (2-2) y la imagen ofrecida ante Las Palmas (1-0) casi ponen fin a la etapa de Setién como entrenador verdiblanco. Serra aguantó el tipo y permitió al cántabro seguir en el banquillo. El tiempo le ha dado la razón, al menos de momento, después de haber sumado nueve puntos de los últimos doce posibles. Los seis últimos con un sabor mucho más dulce tras la goleada en el derbi frente al Sevilla y la confirmación frente al Leganés. La humillante eliminación en Copa del Rey frente al Cádiz, la goleada en Ipurua o la imagen ofrecida en el Estadio de Gran Canaria bien podrían ser las notas más negativas de esta primera vuelta del campeonato que, a pesar de todo, el Betis aprueba con buena nota. Lesiones aparte y con el mercado de fichajes en plena ebullición, la ocasión parece inmejorable para que el Betis pueda llegar a junio con opciones de regresar a la siempre añorada competición europea.