Valencia-Betis: una gran prueba de fuego entre petardos y mascletàs

LA PREVIA. El equipo verdiblanco visita al cuarto clasificado en vísperas de las Fallas con el objetivo de prolongar su buen momento y empatar con la séptima plaza, más cara tras el triunfo del Girona en Villarreal

04 mar 2018 / 07:00 h - Actualizado: 04 mar 2018 / 17:17 h.
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En otros tiempos no demasiado lejanos, por no decir las dos últimas temporadas, que el Betis estuviese en disposición matemática de tocar el listón de los 40 puntos implicaba un par de cosas: que la campaña había llegado a su tramo final (o que había terminado) y que el equipo verdiblanco por fin tenía su objetivo al alcance de la mano. Este año es distinto. La barrera que teóricamente equivale a la permanencia se encuentra a la vista del conjunto de Quique Setién cuando faltan doce jornadas para que concluya la Liga, así que hablar de salvación con 36 puntos aún por delante se antoja ilógico. Lo sensato es centrarse en el séptimo puesto, cosa que ya hacen en Heliópolis. Y el examen de Mestalla, donde esta campaña sólo han ganado el Villarreal y el Real Madrid, es una auténtica prueba de fuego que casualmente coincide con la fiesta de la pirotecnia por antonomasia, las Fallas.

Si el Betis fuese capaz de encender su particular mascletà y vencer al cuarto clasificado, que acumula diez puntos de los últimos doce, superaría los 39 que logró en toda la temporada pasada. Y más allá de este dato anecdótico, que no irrelevante, pondría la guinda perfecta a una semana difícilmente mejorable que abrió con un triunfo también en Valencia pero contra el Levante y continuó con un empate ante la Real Sociedad, en ambos casos sin encajar un solo gol. Ese es el escenario ideal. Ideal y muy, muy complicado de convertir en realidad. El Betis visita a una de las escuadras más potentes del campeonato. Y desde luego no va cuarta por casualidad. Marcelino García Toral mantiene en el Valencia su costumbre de crear una sólida base defensiva (quinta portería menos goleada) y además dispone de un extraordinario repertorio ofensivo (tercer mejor ataque).

La séptima plaza que persigue el Betis está tan cara que para no perderla de vista necesita imponerse a ese poderoso enemigo... y ni así ocuparía el puesto soñado. El Girona ganó ayer en Villarreal (0-2) y complica todavía más el camino hacia esa meta, a la que Setién intentará acercarse con un once en el que incluirá «algunos cambios», puede que hasta de sistema. Adivinarle la alineación es casi imposible, pero he aquí algunas de las muchas posibilidades: que el exvalencianista Barragán entre por Francis, que el exvalencianista Joaquín regrese tras descansar con veinte minutos de juego ante la Real, que Amat vuelva si la elección es el dibujo con tres centrales...

Sean quienes sean los hombres y sea cual sea su organización táctica sobre el césped, los verdiblancos tratarán de conservar su recientemente descubierta firmeza defensiva (dos partidos seguidos sin encajar un gol) y cerrar al Valencia esos huecos que en la primera vuelta les costaron seis tantos en contra. Y todo eso sin perder esa chispa ofensiva cuya llama, a veces, decrece por culpa del esfuerzo inherente a no dar facilidades a los rivales. Es lo que tiene la pugna por Europa: si el Betis quiere tirar hacia delante en la clasificación, necesita ser sólido detrás.