Y de repente el Borussia Mönchengladbach

Ni 24 horas después de jugar en Essen, el Betis afronta la H-Hotels Cup con el rival más potente de su pretemporada hasta ahora. El equipo de Dieter Hecking tuvo siete jugadores en el Mundial y se ha gastado 23 millones de euros en Plea, un delantero del Niza

22 jul 2018 / 07:00 h - Actualizado: 22 jul 2018 / 15:01 h.
"Real Betis"
  • Dieter Hecking da instrucciones a Alassane Plea, por quien el Gladbach ha pagado 23 millones / @borussia
    Dieter Hecking da instrucciones a Alassane Plea, por quien el Gladbach ha pagado 23 millones / @borussia

Sin tiempo para reflexionar sobre lo ocurrido en Essen, el Betis encara hoy su segundo cuadrangular en Alemania, la H-Hotels Cup, en el que el equipo de Quique Setién coincidirá como mínimo con el Borussia Mönchengladbach, su oponente en la semifinal (14.00 horas). En función de cómo quede, después se medirá con el Wolverhampton Wanderers (Premier) o el anfitrión Bochum (2. Bundesliga).

El torneo se regirá con el mismo sistema que el de la víspera: dos semifinales de 45 minutos cada una, una final de consolación y la final absoluta, también a 45’. El Betis se enfrentará en su semifinal a un clásico del campeonato germano, el Mönchengladbach, que acabó noveno en la pasada temporada.

El conjunto que adiestra Dieter Hecking posiblemente es el rival más potente al que se ha enfrentado el Betis en lo que va de pretemporada. Sirva de muestra que tuvo hasta siete representantes en el Mundial de Rusia: uno con Alemania (Matthias Ginter), uno con Bélgica (Thorgan Hazard), uno con Dinamarca (Jannik Vestergaard) y cuatro con Suiza (Yann Sommer, Nico Elvedi, Denis Zakaria y Josip Drmic). Este verano, además, se ha gastado la friolera de 23 millones de euros en Alassane Plea, un delantero procedente del Niza, o 4,5 millones en Andreas Poulsen, un lateral izquierdo que viene del Midtjylland.

El cuadrangular tendrá lugar en el estadio del Bochum, el Vonovia Ruhrstadion, con capacidad para 27.000 espectadores. La expedición no tendrá que hacer un gran desplazamiento, ya que Bochum y Essen están separadas por poco más de 15 kilómetros.