Ya lo dice el tópico: lo importante es ganar (1-2)

LA CRÓNICA. El Betis se impone a Osasuna gracias a un gol de falta de Felipe Gutiérrez en el minuto 90 después de un duelo que se jugó al ritmo que propusieron Joaquín y Petros. Poyet dejó a Rubén Castro en el banquillo y sólo le dio siete minutos

23 oct 2016 / 00:35 h - Actualizado: 22 oct 2016 / 17:12 h.
"Real Betis","Gustavo Poyet"
  • Joaquín, el mejor jugador del Betis en competencia con Petros, celebra el 0-1 / Jesús Diges (Efe)
    Joaquín, el mejor jugador del Betis en competencia con Petros, celebra el 0-1 / Jesús Diges (Efe)

Lo importante es ganar. Puede que el espíritu olímpico no esté de acuerdo, pero en el fútbol de hoy en día no hay más máxima que esa y si el equipo que la lleva a la práctica venía de perder dos partidos consecutivos, colocarse al filo de la zona de descenso y no jugar a nada en ocho jornadas, pues más todavía. Ese conjunto es el Betis y se impuso a Osasuna en un encuentro no especialmente bueno que se jugó al ritmo de Joaquín y Petros, aunque el gol de la victoria, en el minuto 90, llevó la firma de Felipe Gutiérrez... y la coproducción de Nauzet Pérez, que también falló en el 0-1. Los medios dan igual, el fin justificaba todo en este caso y lo importante para el Betis era el resultado, aunque los puntos no tienen por qué tapar el debate. Esta vez versará sobre la suplencia de Rubén Castro, al que Gustavo Poyet dejó en el banquillo hasta el minuto 83. El triunfo tiene una gran importancia, pero esa decisión, también.

El cambio de sistema da para otro debate. La elección del entrenador fue un 4-4-1-1, con Joaquín como verso libre delante de los pivotes y Felipe Gutiérrez pegado a la cal por la izquierda, igual que Cejudo por el otro flanco. Sea un ataque de entrenador o sea lo que sea, el Betis dio la sensación de ser superior a Osasuna, aunque los rojillos intentaron dar primero y dispusieron de un chut de Oriol Riera que atrapó Adán (2’). En todo caso, cuando marcó Joaquín, los visitantes ya dominaban. No avasallaban, porque no están para exhibiciones, pero sí mandaban. El 5-3-2 de su rival les hizo un favor, todo hay que decirlo, porque en la confrontación táctica se produjo un cuatro (más Joaquín) contra tres y esa superioridad resultó vital, por ejemplo en el 0-1. Petros, sin nadie que lo estorbase, vio la carrera del portuense y le envió un preciso pase que se envenenó del todo con la prematura y horrible salida de Nauzet Pérez. El favor del meta y la mala defensa de David García no restan ni un miligramo de mérito a la definición del goleador, que con el cuerpo orientado hacia el córner fue capaz de ejecutar el giro de tobillo necesario para que el balón saliese en la dirección contraria y sortease por alto al portero. Una gran diana.

Osasuna se quedó algo acomplejado por la desventaja, pero antes del descanso tuvo uno de sus clásicos arreones y en minuto y medio casi marcó en un cabezazo de Riera que salvó Felipe Gutiérrez y un zurdazo de Sergio León que se marchó por poco. Tras el intermedio sí acertó a la primera: Berenguer aprovechó una defensa blanda de Piccini (para variar) y lanzó un centro-chut que dio en el palo, con tan mala fortuna para los verdiblancos que el rechace fue directo a Roberto Torres, que empalmó el 1-1 al primer toque.

El duelo se puso peligroso para el Betis, pero Petros sostuvo el invento con su carácter y su omnipresencia. Tras unos minutos de trauma, el equipo de Poyet se repuso, recuperó el control y, con un mucho de Petros y Joaquín por aquí y un poco de Sanabria por allí, generó hasta cinco ocasiones. La más clara fue del portuense, que llegó a driblar a Nauzet pero se trompicó con la izquierda y remató fuera. Sanabria gozó de tres y Pezzella y Felipe, casi al final, compartieron la penúltima.

A esas alturas, en lo que de toda la vida se ha conocido como postrimerías, Osasuna ya se había quedado con uno menos por una infantilidad de Riviere y Rubén Castro por fin estaba en el rectángulo de juego. Junto a él entró Álex Alegría, que hizo algo muy útil: forzar la falta del 1-2. El balón estaba a unos 30 metros de Nauzet, pero el cancerbero tuvo el detalle de no ver venir el zurdazo que largó Felipe Gutiérrez, pleno de potencia y nulo de colocación, y el Betis ganó. Y a partir de ahora, a debatir lo que haya que debatir, pero con tres puntos más.

ATLÉTICO OSASUNA: Nauzet Pérez; Oier, Unai García, Miguel Flaño, David García, Berenguer (Jaime Romero, m. 68); Roberto Torres, Digard, De las Cuevas; Sergio León (Fausto, m. 87) y Oriol Riera (Riviere, m. 57).

REAL BETIS: Adán; Piccini, Mandi, Pezzella, Álex Martínez; Cejudo, Jonas Martin (Brasanac, m. 64), Petros, Felipe Gutiérrez; Joaquín (Álex Alegría, m. 83); y Sanabria (Rubén Castro, m. 83).

Goles: 0-1, m. 19: Joaquín. 1-1, m. 47: Roberto Torres. 1-2, m. 90: Felipe Gutiérrez.

Árbitro: Del Cerro Grande (Comité Madrileño). Expulsó con roja directa a Riviere (86’). Amonestó a David García, De las Cuevas (56’), Roberto Torres (58’), Brasanac (86’) y Cejudo (88’).

Incidencias: partido de la 9ª jornada, disputado en El Sadar ante 15.044 espectadores.