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Antonio Puerta brinda la Copa del Rey de 2007 a la afición sevillista, que acudió en masa al Santiago Bernabéu. / SFC
Poco a poco se van cumpliendo diez años, efeméride especial, de los logros alcanzados por el Sevilla tras la excepcional explosión que vivió el club andaluz tras su sonado Centenario en 2005. Hoy es el turno de la que fue su cuarta Copa del Rey, de las cinco que atesora en sus vitrinas, la que le ganó al Getafe en el Santiago Bernabéu como colofón espectacular a la mejor temporada de la historia del Sevilla, la 2006-07. Aquel curso el Sevilla, que peleó la Liga hasta la última jornada, conquistó la Supercopa de Europa en el mítico partido contra el Barcelona campeón de la Champions (0-3), levantó la segunda Copa de la UEFA consecutiva (en Glasgow ante el Espanyol) y casi sin aliento se impuso por 1-0 al cuadro madrileño en una cita que pasó a los anales de la historia del fútbol español: 23 de junio de 2007.
Entre otras cosas, aquella fecha se recuerda no sólo por el título, sino por otra hazaña de la afición del Sevilla: más 80.000 hinchas se trasladaron hasta la capital de España –según datos de la Policía– con motivo de la final, miles de ellos sin entrada para el partido, lo que significó el récord todavía vigente de desplazamiento en nuestro país. Con la final en sábado, gran parte de la afición sevillista se trasladó a 500 kilómetros para vivir un día histórico –fin de semana en la mayoría de los casos–, tanto aquellos que ya estuvieron en Eindhoven, Mónaco o Glasgow como, sobre todo, quienes no habían podido acudir a dichas citas y nunca antes habían estado en una final del Sevilla. El gol de Kanouté remató una jornada para el recuerdo.