21-S: el otro gran duelo entre el Sevilla y el Atlético

El club de Nervión sabrá este mes si la UEFA designa al Sánchez-Pizjuán como sede de la final de la Europa League 2019. La candidatura del Wanda Metropolitano a la de la Champions complica las cosas

04 sep 2017 / 08:00 h - Actualizado: 03 sep 2017 / 23:33 h.
"Sevilla FC"
  • El Sánchez-Pizjuán, candidato a albergar la final de la Europa League en 2019. / Manuel Gómez
    El Sánchez-Pizjuán, candidato a albergar la final de la Europa League en 2019. / Manuel Gómez
  • El Wanda Metropolitano, aspirante a la final de la Champions 2019. / CAM
    El Wanda Metropolitano, aspirante a la final de la Champions 2019. / CAM

El día 21 del presente mes está marcado en rojo en el calendario del Sevilla. No se trata de la fecha de un partido ni la de un acto del club; se trata del día en que el Comité Ejecutivo de la UEFA dará a conocer los nombres de los estadios que acogerán las finales de las distintas competiciones europeas en el año 2019.

Entre las candidaturas a acoger la final de la Europa League se encuentra la del Ramón Sánchez-Pizjuán. Un evento por el que lucha junto al Besiktas Arena de Estambul (Turquía) –también opta a ser sede de la Supercopa de Europa– y el Olímpico de Bakú (Azerbaiyán) –compite a su vez por la final de la Champions–.

Estas tres candidaturas son las que aspiran al albergar la final después de que la UEFA descartara las del Dinamo Arena (Tiflis, Georgia), el Hampdem Park (Glasgow, Escocia) y las alemanas del Arena Stuttgart y Commerzbank-Arena (Frankfurt).

Sin embargo, la decisión del Comité Ejecutivo sobre las aspiraciones del Sevilla va a estar marcada por la que adopte respecto a la final de la Champions. El Wanda Metropolitano, nuevo estadio del Atlético de Madrid, y el Olímpico de Bakú son las dos opciones posibles.

Según ha podido saber El Correo, los rectores del Sevilla dan por hecho que, salvo sorpresa, el recinto madrileño será el elegido, de tal forma que el Sánchez-Pizjuán tendría que esperar a mejor ocasión. ¿El motivo? Ningún país puede acoger dos finales europeas en una misma temporada. Y no hace falta decir que la elección de la sede de la final de la Champions –la del estadio que acogerá la Supercopa y el de la Liga de Campeones femenina también se conocerán el día 21– tiene mucho más peso que cualquier otra. Todo ello sin olvidar que la última final de la Champions celebrada en España fue la que disputaron el Inter de Milán y el Bayern de Múnich en el Santiago Bernabéu (2010).

Así pues, no hay un especial optimismo en el club de Nervión respecto a las posibilidades de acoger la final de la Europa League 2019, si bien habrá que esperar hasta el día 21 para conocer la decisión definitiva de la UEFA.

El Wanda Metropolitano será inaugurado oficialmente el próximo día 16 con ocasión del partido entre el Atlético y el Málaga. El nuevo feudo colchonero tiene capacidad paras 68.00 espectadores y una clara vocación de acoger finales nacionales y europeas, así como los encuentros de la Selección, lo cual ha dado origen a esta especie de pulso silencioso con el Sevilla.

IMPACTO ECONÓMICO. Más allá de los beneficios que acoger la final de la Europa League tendría a todos los niveles para el Sevilla, el impacto económico en la ciudad es otro de los grandes aspectos a tener en cuenta. Por citar un ejemplo: la que enfrentó al Sevilla y al Dnipro en Varsovia tuvo un impacto superior a los 40 millones de euros en la capital polaca, a pesar de que se jugó a mediados de semana. Y qué decir de una final de la Champions: la disputada entre el Real Madrid y el Atlético en Milán tuvo una repercusión de 80 en la ciudad italiana. Todo un filón esto de albergar finales.