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N’Zonzi, Kolo y Sirigu, en el aeropuerto de San Pablo antes de poner rumbo a Bilbao. / Manuel Gómez -
Son ya muchas las ocasiones en que se ha hablado de la necesidad ganar partidos lejos del Sánchez-Pizjuán, pero lo cierto es que el objetivo se resiste y nada cambia bajo el Sol. Lo visto el pasado fin de semana en Ipurua parece confirmarlo. Ahora, el Sevilla llega a San Mamés, un campo difícil donde hay que rendir a un alto nivel desde el primer minuto hasta el último para tener opciones de victoria. Y este es el nuevo reto del conjunto de Jorge Sampaoli, dispuesto a poner fin a su mala racha liguera lejos de casa.
El partido llega cargado de alicientes. Al reto de volver a ganar a domicilio se une la posibilidad de despedir la jornada como líder del campeonato. Para ello, el Sevilla necesita ganar y que el Real Madrid (primer clasificado) caiga en Las Palmas. También podría servirle un triunfo unido a un empate del equipo de Zidane, aunque la diferencia de goles a favor de éste es clara: +9, por +4 de los nervionenses.
La misión, en cualquier caso, no es fácil. Exige ganar en un campo donde el Sevilla no lo hace desde la temporada 2009/10... y, además, tirando de rotaciones. El duelo del próximo martes contra el Olympique de Lyon tiene tal trascendencia que condicionará la alineación de Sampaoli. Más allá de la acumulación de minutos en las piernas tras jugar el pasado martes, el choque de Liga de Campeones es la referencia. El conjunto galo se perfila como gran rival a la hora de ocupar los dos primeros puestos del grupo junto a la Juventus. Por ello, el Sevilla necesita amarrar sí o sí los tres puntos en casa. Y no será fácil, lo que provocará que este sábado haya jugadores reservados por el técnico para que lleguen más frescos al choque contra el Lyon.
La principal novedad respecto a la lista del derbi es la presencia de Kolo, mientras que Ben Yedder y Ganso vuelven a quedarse fuera. Jugadores como Sirigu, Kiyotake, Kranevitter, Correa y quién sabe si incluso el canterano Carlos Fernández pueden ser titulares ante un Athletic que encadena tres victorias ligueras consecutivas tras ganar al Deportivo (0-1), Valencia (2-1) y Granada (1-2). Así pues, más valdría al Sevilla salir al campo espabilado si quiere poner fin a su racha y asaltar el liderato. El reto está servido.