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Ambición desde la humildad

Varsovia espera a un Sevilla que quiere más gloria: a por la cuarta

24 may 2015 / 09:00 h - Actualizado: 24 may 2015 / 11:17 h.
"Sevilla FC","Unai Emery","José Castro","Monchi"
  • Los jugadores del Sevilla se abrazan en La Rosaleda. / EFE
    Los jugadores del Sevilla se abrazan en La Rosaleda. / EFE

El Sevilla rubricó ayer en Málaga una Liga para el recuerdo. Todos los calificativos que se empleen son pocos para denifir los 76 puntos logrados por una plantilla rehecha de nuevo por la varita mágica de Monchi y por la dedicación extrema de un técnico, Unai Emery, que acumula argumentos para ser considerado, sino el mejor que se ha sentado en el banquillo nervionense, sí uno de los que ocuparían el podio histórico. No hay dudas de que la llegada del vasco al Sevilla ha supuesto un nuevo impulso de grandeza para el club hispalense, cuyo modelo de gestión está fuera de toda duda. Los pilares de este Sevilla grande siguen fuertes, sólidos. Tanto, que los dos peores años que se recuerdan en la última década fueron dos novenos puestos que no hace mucho hubieran hecho tronar al Sánchez-Pizjuán con aquello de «otro año igual...».

El salto a la grandeza lo ha hecho el Sevilla a través de la Europa League. Sí, segundo torneo continental, pero mágico para los sevillistas. Varias son las Ligas en las que ha quedado quinto, a las puertas de la Champions League. Ese mal sabor de boca lo sabe transformar el Sevilla en oportunidad para seguir agrandando su leyenda. Hasta tal punto que podemos decir, sin temor a ruborizarnos, que la Europa League se le queda ya pequeña. Pase lo que pase el miércoles en Varsovia.

Varsovia. He aquí un punto y aparte. Otra final que lo es todo para el Sevilla. De ganar al incomodísimo Dnipro, lograría otro título más y la clasificación para la Liga de Campeones, un pasaporte que casi le arrebata al millonario Valencia y al poderoso Atlético de Madrid. El mérito de este Sevilla de Unai Emery se resume en eso. El Sevilla merece que todos nos pongamos en pie y aplaudamos. Pero el Sevilla en general: Monchi diseña, Castro supervisa y Emery y sus hombres ejecutan. La ambición desde la humildad le ha llevado hasta aquí. Sólo así se ganan títulos. A por la cuarta.