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Éver Banegam, en un entrenamiento de esta semana. / M. Gómez
Uno de los jugadores más determinantes en el Sevilla, Éver Banega, ha querido este miércoles lanzar un mensaje de esperanza a la afición a través de los medios oficiales del club nervionense. «Es una temporada difícil, con muchos cambios, no hubiésemos querido tantos, pero son situaciones que te tocan vivir. Ahora con Joaquín Caparrós esperemos cambiar sobre todo la mentalidad y volver a ganar, que es lo más importante», expresó el internacional por Argentina, quien abogó por «seguir confiando en nosotros mismos, que es lo que nos va a llevar si Dios quiere a estar en Europa. Tenemos que hacer grupo, estar más unidos que nunca y sacarlo adelante. Un resultado te cambia todo, vamos a tratar de buscarlo y mentalizarnos de que lo tenemos que hacer».
El cambio de mentalidad es el aspecto en el que más está trabajando Caparrós desde su desembarco en el Sevilla. Banega también ve la solución por ese camino: «El equipo tiene que estar mentalizado en conseguir el objetivo, es un cambio de mentalidad para todos, un poco de alegría viene bien al vestuario para seguir trabajando todos los días con máxima confianza. Tenemos ganas de revancha, de jugar, de cambiar la situación. Nos quedan cuatro partidos importantes y podemos conseguir el objetivo».
Y algo parece haber cambiado en esta semana. Casualidad o no, este miércoles se volvieron a entrenar con el equipo dos jugadores que llevaban mucho tiempo en el dique seco: Simon Kjaer y Sebastian Corchia. El lateral francés no aparecía desde finales de enero, cuando se lesionó de gravedad en el cuádriceps, aunque el club no ha facilitado partes médicos acerca de su evolución durante todo este tiempo. Ya está recuperado totalmente. El central danés quedó KO tras el Celta-Sevilla y parece ya en disposición de poder ayudar en los últimos partidos de la Liga, aunque todavía se ejercita de forma parcial con el grupo.