Las tres piezas estrella del escaparate del Sevilla están claras: Clement Lenglet, Steven Nzonzi y Éver Banega. Sin Champions League en la próxima temporada, el riesgo de que el cuadro de Nervión se quede sin varios de sus pesos pesados es más que evidente, empezando por el central, al que en el club ven más fuera que dentro del próximo proyecto, y terminando por los dos centrocampistas. Precisamente a Nzonzi y Banega, de indiscutible nivel top, les ha echado el ojo el Arsenal, con el extécnico sevillista Unai Emery como gran valedor, según apuntó ayer La Gazzetta dello Sport en Italia. El poderío económico de la entidad británica es indiscutible y nada le frenaría para acometer una doble operación que podría irse por encima de los 60 millones.

Pero en el Sevilla están tranquilos. Saben que los tres es muy difícil que continúen y aguardan a los primeros movimientos para intuir por dónde irán los tiros y, de paso, saber qué capacidad económica tendrá a la hora de reforzar las posiciones clave: portería, centro de la defensa y centro de la delantera. Mientras que con Nzonzi esperan cualquier cosa (el jugador ha rebajado su exigencias públicas respecto a una salida), con Banega, el otro faro del Sevilla, reina la tranquilidad en la planta noble del Sánchez-Pizjuán. Su salida en 2016 hacia Milán para jugar en el Inter y su autofichaje de nuevo por el Sevilla (fue el argentino quien se ofreció a Óscar Arias por menos dinero del que cobraba en Italia) confirman que el centrocampista no tiene en sus planes salir de nuevo de su zona de confort. La presencia de ambos en el Mundial de Rusia podría alterar, además, una cotización ya bastante alta (tanto Banega como Nzonzi han brillado ya esta temporada en la Champions League, otro de los mayores escaparates del planeta futbolístico).

En todo caso, la postura del Sevilla es clara: no hay necesidad de vender. «El que quiera a algún jugador, sabe cuáles son las cláusulas. El Sevilla se ciñe a las cláusulas de rescisión, pero es bueno que haya clubes interesados en nuestros jugadores», recordó Joaquín Caparrós, director de fútbol en el Sevilla, hace sólo unas semanas. Sabe el utrerano, no obstante, que es lo que debe decir. El mercado está tan disparatado en precios que el conjunto de Nervión es consciente de que no debe rebajar ni un euro el precio de venta de sus jugadores más destacados y que deberá apostar a lo grande en aquellos jugadores que sean primeras opciones en puestos de responsabilidad, de ahí que hasta el momento sólo se haya movido con Roque Mesa, cuyo fichaje será oficial dentro de unos días.