Las últimas horas vividas en Nervión, previas al cierre del mercado, transcurrieron con sorpresa negativa tras la no incorporación de Cristian Portugués, más conocido como Portu. Cuando parecía que todo estaba hecho durante el día de ayer, el Sevilla se encontró con la negativa del Girona a desprenderse de su jugador estrella por una cantidad que rondaba los 17 millones de euros, la cifra acordada en un principio, y se remitió a la cláusula del jugador murciano cifrada en 20 millones de euros.

El propio Portu estaba dispuesto a dejar de percibir dos millones que le correspondían por el traspaso, ya que su único deseo era recalar en el Ramón Sánchez-Pizjuán y volver a ponerse a las órdenes de Pablo Machín. Sin embargo, las formas del club catalán a la hora de cambiar las condiciones del traspaso cuando ya estaba todo acordado, hizo a Joaquín Caparrós parar las negociaciones.