La pretemporada no ha empezado como se esperaba en el Sevilla, que sigue enfrascado en interminables negociaciones que no terminan de fructificar en fichajes y tiene que afrontar un nuevo divorcio con gran parte de su afición por una nueva subida en el precio de los abonos. Si durante toda la semana más de 50 peñas y agrupaciones de sevillistas enviaron en cadena una misiva a la directiva del club para quejarse por los precios de los carnets, el miércoles varias decenas de hinchas se agolparon en la puerta número 1 del Ramón Sánchez-Pizjuán para protestar por la misma razón, mostrando una pancarta que decía: «Nuestra pasión no es vuestro negocio».

Por si fuera poco, este jueves Accionistas Unidos –fruto de la fusión de la Asociación de Pequeños Accionistas y Voz del Sevillismo– emitió un duro comunicado en el que condena la nueva subida de precios, insta al Sevilla a recapacitar y valorar los parámetros económicos de la ciudad y propone medidas de ayuda para los colectivos más desfavorecidos: «El desencuentro del consejo de administración del Sevilla con su afición se produce por tercera temporada consecutiva. El consejo de administración debe ser sensible y atender a toda su afición, especialmente a quienes pasan por dificultades económicas». Además, los pequeños accionistas califican de «constantes» y «arbitrarias» las subidas de precios en el abono, destacando que la de este verano «aportará poco más de 600.000€ de incremento» en los ingresos de un club que destaca por sus ingresos económicos en las últimas temporadas: «Estas medidas nos dividen y desmotivan. No somos clientes».

En estas páginas hemos querido comparar los precios de los carnets del Sevilla con el resto de equipos de la Liga. A modo de resumen, los del equipo nervionense ya eran los terceros más caros de la Liga el pasado año y los ha subido de media un 3% –el Barcelona, sin ir más lejos, congeló sus precios hasta 2021–. Analizando a dos clubes que compiten por lo mismo que el Sevilla como Atlético y Valencia –que tienen una masa social mayor y residen ciudades más ricas– encontramos que ninguno sobrepasa a los nervionense en el coste medio de los abonos. Sin contar las zonas VIP, el carnet más caro del Sevilla para un adulto sin promociones cuesta 1.245 euros. En el Atlético vale 1.100 y en el Valencia 1.400. Pero no sólo hay que valorar aspectos puramente deportivos, sino también socioeconómicos, pues Sevilla es una de las ciudades con más paro de España y de Europa. El Betis, vecino de la ciudad, y el Málaga, colindante con Sevilla, son buenos puntos de comparación. El precio más alto por Heliópolis es de sólo 695 euros, mientras que en La Rosaleda llega a 900 –los más baratos son de 195 y 250, respectivamente–.

Las siderales diferencias entre Sevilla y Betis en este sentido responden a objetivos diferentes. Mientras que el cuadro verdiblanco quiere alcanzar el mayor número de abonados posible, incitando a su afición con descuentos para desempleados y carnets de simpatizantes por 35 euros, el Sevilla ve en su fiel hinchada un capítulo de ingresos a exprimir: unos 14 millones recaudó el pasado curso por alrededor de 8 el club verdiblanco.

Uno de los aspectos que más han enfadado a la afición sevillista es el leve descuento para menores de edad y socios infantiles (sub 14). De estos últimos, el más barato queda fijado en 245 euros. Atlético (125), Valencia (99), Málaga (80) y Betis (69) han sido mucho más sensibles con un colectivo llamado a ser la base y núcleo fuerte de la afición en el futuro más inmediato. El Sevilla sólo presenta descuentos para menores de 18 y menores de 14, aunque fija un pack familiar que reduce algo el costo de una familia sevillista –que no numerosa– que se quiera abonar. Los discapacitados físicos también gozan del precio de los menores de 14 años. El Sevilla, además, carga a los nuevos abonados con una cuota de alta de 75 euros en cualquier zona del estadio.

La intranquilidad es total en el seno del consejo de administración del Sevilla, que empieza a ser consciente de que el objetivo de superar los 39.218 abonados de la temporada pasada será harto complicado de lograr. «La subida ha sido de un 37% en el precio de los abonos en los tres últimos años», recuerdan Accionistas Unidos en su escrito, en el que proponen facilidades para los jubilados, las familias numerosas –que no pueden entrar en el ‘pack familiar’–, para estudiantes o la creación del carnet de simpatizante, otra forma de fidelizar a los menos pudientes o que viven lejos de Sevilla. El Villarreal y el Valencia premian con descuentos a los socios más fieles en cuanto a asistencia, el Levante reduce el precio de sus carnets para los accionistas, el Espanyol ofrece el carnet de simpatizante por 50 euros, el Getafe piensa en los universitarios y parados y el Atlético incluso en los menores de 25 años.