Competición retira la segunda amarilla a Roque Mesa

El mediocentro canario del Sevilla FC fue expulsado después de la polémica jugada con el guardameta del Betis Pau López que marcó el derbi. El Comité de Competición, en su resolución, no sólo concluye que no hay falta de Roque Mesa, sino que Pau López fue quien «se echa encima del jugador amonestado, derribándole», es decir, interpreta acción de penalti del portero.

05 sep 2018 / 17:29 h - Actualizado: 06 sep 2018 / 15:06 h.
"El derbi sevillano","Roque Mesa"
  • Imagen del encontronazo. / LaLiga
    Imagen del encontronazo. / LaLiga

El Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha dejado sin efecto la segunda tarjeta amarilla que vio el mediocentro del Sevilla FC Roque Mesa en el derbi ante el Betis. El jugador, que finalmente podrá estar en el próximo encuentro ante el Getafe, fue expulsado después de chocar en una acción polémica que marcó el partido con el guardameta del Betis Pau López. En el epígrafe de amonestaciones del acta del derbi pasado, el colegiado Gil Manzano escribía:

«En el minuto 44, el jugador (7) Roque Mesa Quevedo fue amonestado por el siguiente motivo: Disputar el balón a un contrario de manera temeraria. En el minuto 65, el jugador (7) Roque Mesa Quevedo fue amonestado por el siguiente motivo: Interponerse en el avance de un adversario»; haciéndose constar en el capítulo de expulsiones, que «en el

minuto 65, el jugador (7) Roque Mesa Quevedo fue expulsado por el siguiente motivo: Doble Amarilla».

El Comité de Competición, en su resolución estima que «tras el examen y consideración conjunta de las alegaciones formuladas y de la prueba aportada (por el Sevilla FC), este Comité entiende que, en efecto, se deduce con evidencia la existencia de un error material manifiesto, único supuesto en el que procede dejar sin efecto las consecuencias disciplinarias de la amonestación impuesta, en aplicación de los artículos 27 y 130 del Código Disciplinario vigente. En efecto, del visionado de las imágenes se observa que el jugador amonestado, si bien se desplaza en dirección del portero rival, no lo hace con tal contundencia como para interpretar que se interpone en su avance. Más bien al contrario, se concluye que es el portero adversario quien se echa encima del jugador amonestado, derribándole», es decir, Competición interpreta que Gil Manzano debió señalar penalti.

«De acuerdo con lo anterior, se estima que existe un error manifiesto en lo reflejado en el acta arbitral. En consecuencia, se estiman las alegaciones formuladas y procede dejar sin efecto la segunda amonestación impuesta y, con ello, las consecuencias disciplinarias que se derivan de la misma», concluye.