Contra las cuerdas

El Sevilla, a instancias de Antiviolencia, prohíbe el acceso al estadio de pancartas, banderas o cualquier otro elemento con la terminología de Biris o Biris Norte. Un auto judicial les responsabiliza de los incidentes de El Papelón.

03 feb 2017 / 09:57 h - Actualizado: 03 feb 2017 / 10:02 h.
"Biris"
  • El Sevilla se remite al «estricto cumplimiento del requerimiento realizado por la Comisión Antiviolencia» para actuar contra los Biris. / Efe
    El Sevilla se remite al «estricto cumplimiento del requerimiento realizado por la Comisión Antiviolencia» para actuar contra los Biris. / Efe

La lucha por erradicar los comportamientos violentos en el ámbito del fútbol, y más concretamente los que salpican al Sevilla y su afición, vivió este jueves un importante punto de inflexión. El consejo de administración del Sevilla ha decidido prohibir, de manera indefinida, el acceso al estadio Ramón Sánchez-Pizjuán de pancartas, banderas o cualquier otro elemento de animación que contenga, total o parcialmente, la terminología de Biris o Biris Norte, las siglas o los símbolos identificativos del citado colectivo de seguidores. Dicha medida será aplicada también en todos los estadios en los que el equipo de Nervión actúe como visitante, según anunció la entidad en un comunicado.

La medida se adopta después de que la Comisión Estatal contra la Violencia, en el ejercicio de las competencias que le corresponden por delegación del Consejo Superior de Deportes y del Ministerio del Interior, haya puesto en conocimiento del club que «el grupo Biris, o Biris Norte, ha protagonizado el suficiente número de incidentes violentos y desordenes públicos como para merecer la calificación de violento y ello con arreglo a lo dispuesto en la Ley 19/2007». «Asimismo, ha trasladado que el citado grupo no puede ser objeto de apoyo y/o promoción de ningún tipo por parte del club», explica el comunicado.

Los incidentes de El Papelón

Clave en todo esto ha sido el auto judicial de 22 de diciembre de 2016. En él se recoge que los incidentes ocurridos en la taberna El Papelón en la previa del partido contra la Juventus –remitido al club por el Juzgado de Instrucción 19– fueron protagonizados «exclusivamente por integrantes del grupo Biris». «Entre los identificados se encuentran un total de catorce personas que dicen ser seguidores del Sevilla, de los cuales once eran abonados del club, y tres eran no abonados. Todos los abonados han sido expulsados de forma inmediata, causando baja permanente como tal y sin posibilidad de volver a serlo en el futuro, mientras que los que no son abonados no podrán darse nunca de alta como tales», explica la entidad nervionense.

Así pues, «conforme al estricto cumplimiento del requerimiento realizado por la mencionada Comisión Estatal», el consejo de administración del Sevilla ha tomado esta decisión contra el citado grupo de seguidores.

Aclaraciones del club

El Sevilla ha querido aclarar una serie de cuestiones en su comunicado:

-No permitirá la exhibición pública y colectiva de los citados elementos «aun cuando fueren de reducido tamaño».

-El uso privado o personal de dichos elementos –una bufanda, por ejemplo– no será objeto de prohibición en el Sánchez-Pizjuán, «si bien, y para que no haya lugar a dudas, el club no puede garantizar a sus aficionados que en otros estadios se siga esta misma práctica, y por ello, en un ejercicio de coherencia y responsabilidad, recomienda a sus aficionados que se desplacen a acompañar al equipo que se abstengan de llevar elementos personales que contengan dichos símbolos».

-Cualquier otro elemento de animación, tales como bombos, megáfonos o banderas que no contengan ninguna vinculación o simbología con el mencionado grupo, siguen estando permitidos en el Sánchez-Pizjuán, por lo que su utilización es «perfectamente posible siempre que el portador de los mismos se identifique y se incluya en el Libro Registro de seguidores de la Entidad previsto en la sección 3ª del RD 203/2010».

-El club está elaborando, y dará a conocer a sus aficionados en las próximas fechas, un protocolo destinado a la catalogación de los elementos de animación de sus seguidores con arreglo a la legislación vigente, con objeto de facilitar el acceso de los mismos en todos los estadios.

Ahora, habrá que ver lo que sucede tras este punto de inflexión que no ha dejado indiferente a nadie y que, en cualquier caso, debería darse también en cualquier otro club que sufra esta misma problemática.