El Sevilla finalmente ha vuelto a posponer la reunión de su consejo de administración a este jueves al parecer por un error de forma en la convocatoria oficial de la cita. Por tanto, el club nervionense vivirá mañana un nuevo capítulo de la guerra por el poder que llevan años manteniendo la familia Del Nido y José Castro, actual presidente de la entidad apoyado por otros grandes accionistas. Aunque estaba previsto que fuera a partir de las 17.00 horas de este miércoles en el Ramón Sánchez-Pizjuán, finalmente se ha vuelto a aplazar la reunión del consejo por un defecto de forma en la convocatoria que la dirigencia actual ha preferido subsanar. Todo gira en torno a la petición de readmisión del dimitido José María del Nido Carrasco.
El abogado, que era consejero y vicepresidente, al calor del hartazgo que toda esta guerra le ha producido en los últimos meses, tomó una decisión que ahora quiere rectificar tras varias conversaciones con su padre, el expresidente Del Nido Benavente. El plan de éste es retomar el control del club cuanto antes y la permanencia de su hijo en el órgano rector del Sevilla es clave. Convencido Del Nido Carrasco, queda por ver la reacción de José Castro este jueves, una vez consultado el proceder con sus asesores jurídicos y sabedor de que tiene al enemigo en casa. Según ha podido saber El Correo de Andalucía, el presidente se negará de primeras a la readmisión de Del Nido Carrasco, argumentos jurídicos en la mano, aunque es probable una negocación que acabe con Del Nido Carrasco de nuevo en el consejo, algo que niega su entorno categóricamente.
Por eso se aplazó el consejo el martes, para reordenar planes. Una reunión en la que los Del Nido tienen planeado el ataque total contra el actual presidente. En los últimos días han ido deslizando que obra en su poder documentación comprometedora para Castro, sin que haya salido a la luz pública nada en concreto. Desde el otro lado se asegura que el proceder de Castro ha sido honorable todos estos años, que «no hay absolutamente nada que temer». La hoja de ruta de los Del Nido es forzar la dimisión del presidente y, si esta no se produce, provocar una votación, con esa supuesta documentación encima de la mesa, de todo el consejo sobre la conveniencia de un cambio de presidente. En caso de que haya habido alguna irregularidad, la responsabilidad de todos los consejeros sería evidente si no se adoptan medidas.
El asunto es de una importancia supina. Dando por posible el plan delnidista y llegados a esa hipotética votación, caben muchas cábalas. El consejo de administración del Sevilla está formado por las siguientes personas: José Castro (presidente), José María del Nido Carrasco (vicepresidente y área jurídica), Gabriel Ramos (vicepresidente), Juan Luis Villanueva (área económica), Rafael Carrión Amate (comisión auditora), Pedro Ellauri (área médica), Faustino Valdés (área de seguridad), Ramón Somalo (área jurídica), Luis Galán (marketing), José Luis Moscoso (área de instalaciones) y Enrique de la Cerda (área jurídica). La mayoría, a priori, son personas afines a Castro, aunque en circunstancias como las que prevé la familia Del Nido que puedan sucederse hoy las reacciones serían imprevisibles. Y otra duda: si hay cambio en el poder, ¿quién sería el elegido? Probablemente una persona de cierto consenso, aunque tal extremo parece complicado. Según los compañeros de Muchodeporte, el cuñado de Castro, Francisco Guijarro –miembro de Sevillistas de Nervión e importante accionista– podría entrar en el consejo, así como una hija de Roberto Alés, expresidente que sigue apoyando al actual máximo mandatario.
Por eso es clave para la parte guerreante la permanencia de Del Nido Carrasco dentro del club. Y es que Del Nido Benavente lleva semanas de reuniones con varios accionistas de peso, sobre todo con Rafael Carrión, cuyo paquete es clave. Pero éste apoya a Castro, por lo que el abogado se ve obligado a recurrir a la guerra sucia contra el presidente para regresar al poder. En una junta de accionistas perdería, dado el apoyo a Castro de los accionistas de Sevillistas de Nervión y del propio Rafael Carrión, cuya posición de fuerza le hace tener más control sobre los quehaceres del actual presidente. En un consejo con ataque documental sorpresa, como dice tener Del Nido Carrasco, habría serias posibilidades de que se saliera con la suya.
Sea o no un farol de los Del Nido, Castro vive unas horas de gran pesadumbre. Este acoso y derribo lo agota, pero el gran apoyo de la mayor parte de los accionistas –Carrión, en las últimas horas, le ha vuelto a transmitir su respaldo– y una buena de los aficionados lo mantienen con confianza en su futuro más inmediato como presidente. Todo ello al margen de que Castro está convencido de que nadie puede tener algo en su contra tras más de 25 años ligado al Sevilla y más de tres como máximo mandatario nervionense. Como argumento final de quienes lo apoyan están los grandes resultados deportivos y económicos cosechados por el club desde que es el presidente, justo cuando Del Nido Benavente, su gran enemigo en la actualidad, tuvo que dimitir por una sentencia condenatoria a prisión, de la que ya ha salido casi a pleno rendimiento. La guera está servida y hoy, en el Sánchez-Pizjuán, podría pasar de todo.