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Eduardo Berizzo saluda desde el banquillo del Celta esta temporada, la última que ha pasado en el conjunto vigués tras tres años de buenos resultados.
No está del todo cerrado pero casi. Así se resumían anoche las negociaciones del Sevilla con Eduardo Berizzo, exentrenador del Celta y elegido por la dirección deportiva del club nervionense para su proyecto 2017-18. Las grandes cláusulas del contrato están ya acordadas: el argentino firmará hasta 2019 –dos temporadas– a razón de casi cuatro millones de euros por cada una de ellas. Berizzo percibirá, pues, menos dinero que su antecesor, el también argentino Jorge Sampaoli, hoy seleccionador de su país. Este aspecto era una de las razones principales del tira y afloja que han mantenido las partes en las últimas jornadas, un tanto sorpresivo por el caché que tenía el entrenador en su anterior club y por la tardanza en despejar las negociaciones ya iniciadas.
El fichaje de Berizzo, que el Sevilla esperaba hacer ayer oficial pero que quedó pospuesto para hoy, viene a confirmar la clara decisión del club de Nervión por dar continuidad al proyecto de la pasada campaña, con Sampaoli a los mandos. Precisamente el caché del hoy seleccionador de Argentina invitaba a Berizzo a pedir más dinero del que le ofreció en un primer momento el Sevilla (3,5 millones brutos después incrementados hasta los 3,8). El acuerdo sellará la apuesta del Sevilla por un fútbol de marcado carácter ofensivo y por un entrenador que cumple con otras dos premisas que señalaba como importantes la dirección deportiva: conocedor de la Liga y en clara progresión en los banquillos.
Berizzo inició su andadura en los banquillos siendo ayudante de Marcelo Bielsa como seleccionador de Chile. Allí en La Roja, el inminente entrenador del Sevilla afianzó su gusto por el juego de ataque, aunque con notables matices diferenciales respecto a Sampaoli. En 2011 dio el salto al Estudiantes de La Plata (Argentina) ya como primer entrenador, para después estar dos temporadas completas en el O’Higgins chileno, al que hizo campeón después de muchos años sin serlo, y tres campañas en el Celta de Vigo, su primera gran prueba en el fútbol de máximo nivel. El exjugador clasificó al Celta en 8ª posición en la temporada 2014-15 (51 puntos), en la 6ª el curso pasado (60) y en la 13ª en la recién acabada campaña (45). En la Copa del Rey alcanzó dos semifinales en las últimas dos ediciones, la misma ronda en la que plantó al equipo gallego este curso en la Europa League. «Es un gran entrenador, el Sevilla no se equivoca. Sabe tratar con los jugadores y su estilo se adapta al de la plantilla actual», dijo ayer el exsevillista Iago Aspas en Radio Marca Sevilla.