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Los jugadores del Sevilla, entrenándose, con Sampaoli al fondo. / Manuel Gómez
El Sevilla de Jorge Sampaoli sigue mostrando dos caras: la de equipo dueño del balón, capaz de sacar pegada y luchar y luchar hasta superar marcadores adversos... y la de equipo que no consigue sacar fruto de esa posesión en forma de goles y encaja goles con más facilidad de la cuenta. Es el peaje que todo proyecto debe pagar mientras se consolida, aunque en el mundo del fútbol el tiempo siempre es limitado. Por ello, no queda otra que trabajar para mejorar y centrarse en lo inmediato, que en este caso no es otra cosa que el partido de este martes contra el Olympique de Lyon, correspondiente a la segunda jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones.
La derrota de San Mamés dejó un mal sabor de boca. El Athletic, sin ser el de sus mejores días, se llevó la victoria y elevó a 22 el número de partidos de Liga consecutivos sin ganar lejos de casa. Jorge Sampaoli no es, obviamente, el responsable de la enorme cantidad de fiascos acumulados, pero sí de las tres salidas ligueras de la presente campaña: Villarreal, donde el Sevilla no mereció puntuar; Eibar, donde empató dando una mala imagen; y Bilbao, ciudad en la que tampoco se vio a ese Sevilla que la afición espera.
No hay mucho tiempo para trabajar, pero es necesario ver otro Sevilla este martes. El duelo contra el Lyon tiene tal trascendencia que puede marcar el futuro del equipo en la Champions. La Juventus es la gran favorita para ocupar primer puesto del grupo, por lo que Sevilla, Lyon y Dinamo de Zagreb se disputarán en teoría la otra plaza que da derecho a jugar los octavos de final.
Ganar permitiría a los de Sampaoli sumar cuatro puntos tras el logrado en Turín y superar en la clasificación al equipo francés, que tiene tres puntos tras su victoria por 3-0 en la primera jornada sobre los croatas.
No será fácil, por mucho que el Lyon no ande fino en su campeonato, del que es actual subcampeón. Décimo en la tabla con tres victorias, un empate y tres derrotas hasta la fecha, viene de perder en el campo del colista (1-0) y con bajas, pero también con experiencia en la Champions y mimbres suficientes como para sorprender a cualquiera.
Es el momento, pues, de ver al mejor Sevilla de Sampaoli. Poner fin a la fragilidad defensiva y traducir ese dominio de la pelota que tiene por momentos en goles será imprescindible este martes en un Sánchez-Pizjuán expectante ante esta cita, en la que la victoria es el único resultado válido.
Todo ello a la espera de ver con qué efectivos cuenta el técnico. El plantel se entrenó este domingo con la presencia de Diego González y el regreso de los tocados Rami y Carriço sigue siendo una incógnita. Sampaoli podría contar con el zaguero de Chiclana en esta ocasión.
Lo que es seguro es el regreso al once inicial de futbolistas como Sergio Rico, N’Zonzi, Franco Vázquez, Vitolo o Vietto, a la espera de ver si el técnico cuenta con Ben Yedder y Ganso, fuera de sus dos últimas convocatorias. O con Kiyotake, quien no aparece ahora por sus planes. Juegue quien juegue, el único resultado posible ante el Lyon es la victoria.