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Los jugadores, en los primeros minutos de la sesión de ayer. Entre ellos, Diego González y Mena. / Jesús Barrera -
Asegurar la clasificación para la Liga de Campeones es el reto del Sevilla en este final de temporada. Depende de sí mismo y sólo el Villarreal puede arrebatarle el cuarto puesto. El tercero será para el Atlético, salvo sorpresa mayúscula. Y la primera oportunidad para certificar el pase a la máxima competición llega este domingo, en el Santiago Bernabéu, un estadio donde la última victoria nervionense se remonta a tiempos de Kanouté (2008) y donde, por encima de todo, el momento actual de los dos equipos marca diferencias.
El Sevilla ha ido a menos desde antes de la eliminatoria contra el Leicester. Por mucho que pueda hablarse del golpe moral –innegable–, ya se detectaban señales de que ese equipo que llegó a ser considerado como candidato al mismísimo título de Liga no era el mismo. La exigencia por parte de Jorge Sampaoli de pelear todas las competiciones como si no hubiese mañana terminó reventando a un Sevilla que sólo ha ganado tres partidos desde el pasado 2 de marzo. El ritmo impuesto no daba para ello y aunque el pase a la Champions está a tiro, la sensación en el sevillismo es de decepción. No obstante, y a la espera de que no haya sorpresas, lograr la clasificación entre los cuatro primeros también debe ser valorada en su justa medida. Basta ver cuándo fue la última vez que logró vía Liga.
Más allá de eso, este Sevilla tiene una deuda con la afición. Su nivel en este segundo tramo de la temporada no ha sido el esperado y el duelo de este domingo en el Bernabéu puede servirle para dar una alegría a sus seguidores logrando el pase a la Champions ante un Real Madrid al que se enfrenta por quinta vez en el presente curso.
Pero si la misión ya es difícil por sí sola, se complica sobremanera teniendo en cuenta las ausencias. A la ya consabida de Sarabia por sanción se suman las de Rami, Mariano, Escudero, Iborra, Ganso y Nasri, todos ellos por lesión. Esta sangría ha motivado que el técnico convoque a Diego González, que ya se quedó sin vestir ante el Getafe, y al juvenil Mena, atacante y capitán del División de Honor Juvenil. Además, vuelven Carriço, Montoya y Vietto ante un Real Madrid que, rote más o menos, es muy, muy superior.