-
Lallana celebra su gol al Villarreal durante el partido de vuelta de semifinales en el mítico Anfield. / Peter Powell
Uno (el Sevilla) buscará su quinto título de campeón de la Europa League; otro (el Liverpool), el cuarto en una competición que este año vivirá una de las finales más espectaculares que se recuerdan. Cara a cara, el auténtico rey del torneo frente a un conjunto emblemático donde los haya. Nunca hasta ahora se han enfrentado.
Es, sin duda, una final soñada para los seguidores del Sevilla: por el ilustre adversario y por el increíble colorido que, junto a los del Liverpool, darán a la cita en St. Jakob-Park. Dos aficiones que brillan por su pasión y su capacidad para convertirse en el jugador número 12.
Además, para el equipo de Unai Emery será el partido del año. En juego, la Liga de Campeones. Un sueño que hizo realidad en Varsovia y que pretende ver cumplido de nuevo, esta vez ante el conjunto dirigido por el alemán Jürgen Klopp. Para el Liverpool, octavo actualmente en la Premier y con su presencia en competiciones continentales en el aire, el premio también es enorme.
Si el Sevilla está demostrando por qué es el vigente campeón, el equipo inglés intentará llevar un nuevo título a sus vitrinas, donde lucen cinco de la Copa de Europa, tres de la Supercopa de la UEFA, 18 de Liga y tres de Copa de la UEFA: 1973, 1976 y 2001 (5-4 al Alavés en la prórroga). Será, además, la quinta vez que el Sevilla y Klopp se ven las caras. En la ronda previa de la UEFA 2005/06, el alemán dirigía al Mainz 05 (0-0 en la ida y 0-2 en casa para los de Juande Ramos). Luego, al frente del Borussia Dortmund, se las vio con el conjunto de Gregorio Manzano en la fase de grupos de la UEFA 10/11 (victoria nervionense por 0-1 en la ida y 2-2 en la vuelta).
A la espera de conocer las cifras oficiales por parte del club de Nervión, la UEFA garantiza que cada finalista recibirá al menos 9.000 entradas. Este viernes, horas después de clasificarse, el Liverpool anunciaba que dispone de 10.236 localidades. La más barata cuesta 45 euros y la más cara 162, según expuso.
St. Jakob-Park tiene aforo para 35.000 personas. En caso de que haya más entradas disponibles, la UEFA las distribuirá en función de las solicitudes recibidas por parte de los dos clubes. El número exacto se confirmará tras las reuniones entre las partes. En este sentido, una delegación del Sevilla se encuentra en Basilea para concretar todos los detalles.
El ambiente en el sevillismo es enorme, aunque el hecho de que cuatro días más tarde el equipo dispute la final de la Copa del Rey podría motivar que el número de solicitudes se reduzca. El desembolso económico necesario para asistir a las dos finales (una de ellas en Suiza) es grande. Además, el escaso tiempo que las separa tampoco favorece. En cualquier caso, hay que esperar. La de Basilea tiene visos de ser espectacular y el sevillismo siempre responde.