El regalo lo hizo el Sevilla

El equipo nervionense celebró el 14 de octubre obsequiando al Athletic con tres puntos

14 oct 2017 / 18:13 h - Actualizado: 14 oct 2017 / 18:21 h.
"Sevilla FC","Eduardo Berizzo"
  • Rico despeja mal ante Aduriz, en presencia de Kjaer. / Efe
    Rico despeja mal ante Aduriz, en presencia de Kjaer. / Efe

El clásico sevillista gruñón y desconfiado hasta de su propio equipo intuía un mediodía incómodo en Bilbao. Ni puente de la hispanidad ni fiesta del 14 octubre, una de las fechas clave en la historia del Sevilla Fútbol Club. San Mamés, rival en apuros y falto de confianza, cita después del parón por selecciones y convocatoria extraña. «Hoy perdemos», se escuchó en no pocos hogares blancos y rojos. Y el Sevilla Fútbol Club, un 14 de octubre, perdió en Bilbao. Y no sólo cayó derrotado, sino que lo hizo ante un Athletic, efectivamente, plagado de mediocridad y desconfianza, pero veterano y experto ante los ingenuos sevillistas, que firmaron en la capital vizcaína una de las peores segundas partes que se le recuerdan. Sí, el equipo que mejor rinde tras los descansos. Otra curiosidad más.

El Sevilla se marchará a Moscú –otra cita con evidentes cuernos– golpeado por la impotencia, aletargado por la incapacidad de sobreponerse en un partido con un Athletic que ni por asomo recuerda al gran Athletic pero que sí tuvo dos cosas que a este Sevilla le falta para las grandes citas: mala leche en las áreas y agresividad. En definitiva, listeza. Y no es la primera vez que le pasa al Sevilla, al que ahora se le vuelven enormes los dos agujeros principales de la planificación deportiva, los cuales estaban siendo empequeñecidos por los magníficos resultados. El gol y las piezas en el centro de la defensa. En pocos días se han lesionado dos jugadores que poca sorpresa generan por ello –salvo en la planta noble del Sánchez-Pizjuán– y Kjaer, este sábado en San Mamés. Tras varias semanas rotando sin parar, a Berizzo le toca empezar a cambiar a jugadores de posición –no parece que el central danés esté en condiciones de viajar a Moscú, aunque habrá que esperar a este mediodía–.

Un Berizzo que sale señalado de este viaje al País Vasco. Se empeña el argentino en situar juntos a N’Zonzi y Pizarro, cuando ha quedado en evidencia que se estorban y ninguno rinde a tope con el otro al lado. En Bilbao, tras la lesión del francés, el argentino empezó a brillar. Además, el entrenador dejó atónitos a no pocos hinchas al prescindir voluntariamente de Banega y Sarabia y al volver a ejecutar los cambios muy tarde. No fue el día del ex del Celta, sin duda. Al Sevilla se le acusa en este gran inicio de temporada de haber logrado más puntos que brillantez en su juego, algo con poco sentido pues aquello es lo primero y esto, secundario. Sin embargo, la falta de respuesta táctica desde el banquillo y de galones en el terreno de juego deja enrarecido el ambiente en torno a este Sevilla que, de momento, no tiene empaque de equipo grande.