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Unai Emery y José Castro se dan la mano antes de un viaje de la Liga Europa / Manuel Gómez
La renovación de Emery es el asunto que más prioridad tiene ahora mismo en el Sevilla. Más que la de Monchi, de cuya continuidad nadie duda y a quien el presidente José Castro satisfará con una subida salarial; y más que la de José Antonio Reyes, con ofertas del extranjero y aún sin prolongar su vinculación con el Sevilla. Incluso más que el espinoso asunto del cierre del Gol Norte. El club nervionense ve clave la continuidad de Unai y durante el viaje a Marruecos ha intentado avanzar algún paso. Ha sido en balde, puesto que Emery sigue sin esclarecer qué quiere hacer. De hecho, el club nervionense le ha dado un ultimátum al técnico según ha podido saber El Decano Deportivo: o decide esta semana o empezarán a buscar otro entrenador. Básicamente lo que ocurrió ya el año pasado, cuando el Milan llamó al entrenador vasco y éste estuvo unos días decidiendo si respetar la palabra dada al Sevilla o marcharse a Italia. Hace 12 meses hubo final feliz.
Ahora la situación es distinta. Emery no sólo dio la palabra de continuar sino que firmó el contrato que lo vincula al Sevilla hasta 2016, con una cláusula de penalización por incumplimiento de más de un millón de euros. Alrededor de la mente de Unai flotan equipos de alto nivel en Europa que le pueden ofrecer mucho dinero y proyectos en Champions de categoría (pese a que no jugarán la Champions, en Italia insisten en el Nápoles y el Milan como pretendientes). En el Sevilla intuyen que algo en concreto está esperando el técnico, debido a la lentitud para decidirse y la demora en comunicar su parecer a la entidad. Y es por eso que le han fijado un plazo para tomar la decisión final.
El propio Emery reconocía ayer, antes de abandonar Marruecos, que tiene prevista una nueva reunión con Castro esta semana. Hasta entonces poco saben los rectores del Sevilla sobre qué pasa por la mente de Unai quien, por sus gestos, altera la percepción de aquellos casi a diario, pasando en el Sevilla del optimismo al pesimismo (y viceversa) en sólo horas. Lo que no abandona nadie es la incertidumbre de saber si el que parece el entrenador ideal seguirá al frente del Sevilla al menos otra temporada más. Esta semana, al parecer, lo sabremos.