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Batshuayi celebra un gol con el Chelsea. -
Mario Lemina celebra con la camiseta de la Juventus la consecución del título de copa esta temporada, en la que la Juve también logró ganar la Serie A. / Efe
Llegados a este punto, seguir escalando en la montaña de la grandeza se ha hecho harto complicado para un club como el Sevilla. Desde que tocó fondo a finales del siglo XX, el club de Nervión ha ido poco a poco renaciendo de sus cenizas hasta no sólo recuperar su estatus más reciente sino revivir el que tuvo en hasta los años 50, cuando ganaba títulos, disputaba finales y retaba a cualquiera. Incluso ha superado aquel listón. Con su modelo de negocio basado en comprar barato, revalorizar a los jugadores y venderlos por una millonada, el Sevilla ha logrado neutralizar las diferencias económicas con otros equipos para poder competir con ellos. El dinero es la gran clave del fútbol moderno y el equipo hispalense ha sabido explotar un modelo que, de la mano de Monchi, su exdirector deportivo, lo ha conducido hasta un nivel top en Europa. Pero subir más escalones es complicado. El reto lo tiene Óscar Arias, el nuevo encargado de los fichajes por Nervión.
Obsesionado con el más absoluto de los hermetismos, al director deportivo se le ven ya las maneras en base a los nombres que está barajando y de los cuales los medios de comunicación informamos a los aficionados sevillistas. Y esas formas denotan dos claves en su política: la ya expuesta de ir sobre seguro en este primer año al frente de todo, intentando minimizar los riesgos de fracaso, y el destino de su punto de mira. Éste no es otro que jugadores de equipos con las máximas aspiraciones, los clubes más poderosos. No es algo nuevo del todo, pues Monchi ya usó ese camino con jugadores como Marko Marin, Samir Nasri, Kevin Gameiro o Fernando Llorente, entre otros. Pero Arias parece querer dar un giro más a esa tuerca con jugadores como Nolito (Manchester City), Mario Lemina (Juventus) o Michy Batshuayi (Chelsea), a los cuales se pueden unir Jesús Navas (Manchester City) o Stevan Jovetic y Éver Banega (Inter de Milán), quienes ya vistieron la camiseta del Sevilla en el pasado, o Marcos Llorente (Real Madrid) y Lucas Pérez (Arsenal), españoles en busca de minutos.
MARIO LEMINA
Lemina es un centrocampista gabonés de 24 años de la Juventus, que lo fichó por cerca de diez millones del Olympique de Marsella el verano pasado tras una primera cesión y que quiere tener más protagonismo del que ha podido gozar en Turín esta temporada (29 partidos pero sólo 1.226 minutos jugados). Su nombre aparece irremediablemente ligado al posible traspaso de Steven N’Zonzi al conjunto bianconero, aunque posee características diferentes, primando más los conceptos tácticos. José Castro ya dejó caer esta semana que sería posible que el Sevilla aceptara negociar la venta del francés siempre y cuando encontrara puntos de interés para no exigir la cláusula de rescisión. Esto es: un jugador que pudiera serle útil al Sevilla. Y ese es Mario Lemina, al que ya intentó convencer Monchi en 2015. «Quiero jugar más y demostrar de lo que soy capaz. ¿Sevilla y Valencia? Son clubes con un nombre y una historia. Hay nuevos proyectos, vamos a ver», ha dicho el jugador a Calcioline. Hace unos días reconoció en Footmercato que «a mi edad lo que quiero es jugar, demostrar de lo que soy capaz, 20 partidos en un club como la Juventus no está nada mal, pero el verano será largo y tengo que hablar con la Juventus. Hay mucha gente ofreciéndome a clubes pero yo no tengo agente».
MICHY BATSHUAYI
Batshuayi es delantero y juega en el Chelsea, aunque también poco. El belga, internacional absoluto, tiene 23 años, mide 185 centímetros y también fue fichado del Marsella, que se embolsó 39 millones. Pero los 739 minutos que le ha concedido Antonio Conte le abren la puerta de salida. Así pudo ya salir de Londres en enero, pero finalmente el Chelsea no le dejó marchar, sabedor de su potencial: 11 goles en esos cuatro ratos que jugó. En Inglaterra apuntan que Batshuayi saldrá cedido y que el Sevilla puede ser su destino. El club nervionense quiere un goleador de nivel y el belga, en año de Mundial, parece estar suficientemente motivado como para mostrar los números que firmó en Francia y en Bélgica: 23 goles (50 partidos) en la 2015-16, 10 (28) en la 2014-15 y 23 (49) en la 2013-14. Es una opción muy del gusto de Óscar Arias, quien también contactó con Lucas Pérez, también en busca de minutos fuera del Arsenal.
2x1 EN MILÁN
A otras motivaciones responde el deseo de Éver Banega y de Stevan Jovetic de regresar a Nervión. Y a por ellos va el Sevilla, dispuesto a rascarse el bolsillo con las fichas de ambos y para pagar una millonada por la vuelta de dos jugadores que han dejado un gran sabor de boca en el Sánchez-Pizjuán. El Inter de Milán quiere al menos 20 millones por los dos, pero el club andaluz trata de que los jugadores metan presión para pagar bastante menos –en torno a 15 sí entraría en las cuentas sevillistas–.
A FUEGO LENTO
El resto de operaciones importantes pasan por Nolito y Jesús Navas, sobre todo. Las intenciones del Sevilla eran las de anunciar la llegada del delantero del City esta semana, aunque no ha podido ser. El acuerdo con el jugador es total y con el City, casi. No debe demorarse mucho más. Tampoco lo de Navas, con una reunión pendiente con sus agentes, quienes deben –eso espera el Sevilla– dar el OK a la contraoferta presentada tras un primer ‘no’. Más difícil es convencer al Real Madrid de que suelte a Marcos Llorente. Tal y como desveló El Correo de Andalucía hace unas semanas, el Sevilla se citó con su agente para intentar ser el primero en coger la vez. Pero Zidane parece dispuesto a quedárselo en la plantilla como recambio de lujo para Casemiro, algo parecido al fallido intento sevillista por hacerse el verano pasado con Mariano, quien por cierto está cerca de cerrar su traspaso al Olympique de Lyon por nada menos que 10 millones, lo cual demuestra el nivel que está alcanzando el mercado a nivel mundial.