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Asier Garitano, este martes en la sala de prensa del Municipal Butarque de Leganés. / Efe
Asier Garitano, técnico del Leganés, no ha dudado este martes en afimar dos cosas. Una, que el Sevilla, su rival este miércoles en la ida de la semifinal de la Copa del Rey, es «un equipo acostumbrado a jugar la Champions, semifinales y a ganar finales también. Tiene mucha experiencia, lleva un torneo increíblemente bueno en el que en su primer partido normalmente ha sentenciado. Es un equipo muy fuerte, uno de los mejores equipos del mundo. Teniendo una gran plantilla es capaz de incorporar a jugadores como Roque Mesa o Layún y de querer a otro delantero». Y dos, que su Leganés no se rinde de antemano: «Me dan igual el nombre, los porcentajes y las estadísticas. Si hiciera caso a eso estaríamos en Segunda antes de empezar la Liga. Nos centramos en intentar jugar un gran partido para poder tener opciones».
Eso sí, sorprendió al analizar que no hay muchas diferencias en el Sevilla de Berizzo y el de Montella: «Los jugadores son los mismos. Tenían problemas con Nzonzi, que había dejado de jugar con el anterior entrenador y que ahora está jugando. Lo demás lo veo bastante parecido en cuanto a la idea y los jugadores que están jugando, igual algo más profundo o elaborando un poquito menos, pero con esos jugadores la idea la tenían». Sobre su equipo, apuntó: «Obligaciones no tenemos ninguna en cuanto a resultados, sólo la de darlo todo. La ilusión la tenemos e intentaremos jugar un buen partido para volver a tener opciones el siguiente cuando vayamos a Sevilla. Ese será el objetivo. No vamos de tapados. Estamos en las semifinales y ellos van a respetar al Leganés seguro, mucho», destacó.