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Los jugadores felicitan a Iborra tras su gol. / Manuel Gómez
El Sevilla ya está en cuartos de final de la Europa League. El actual campeón camina con paso firme en su competición. Cada día más firme si cabe. La eliminatoria frente al Villarreal no corrió en peligro en ningún momento en la noche de hoy, en la que todo salió a pedir de boca pese al mal tiempo. Ahora toca esperar un rival apropiado para que el jueves de Feria sea considerado fiesta sevillista por los siglos de los siglos. Es la sonrisa de la ilusión, la del sevillismo, que mañana verá de nuevo a su equipo en el sorteo de Nyon.
Unai Emery había preparado un plan: no tocar lo que había funcionado en la ida. Si en Villarreal fue bien el plan, con un resultado tan favorable del primer partido, no era necesario tomar decisiones arriesgadas. Equipo físico, con Mbia y Carriço (pareja de medios del pasado año) e Iborra por delante de ellos para realizar la prolongación de cabeza que tan buenos réditos dio en Castellón. El agua también iba a condicionar el encuentro. No era fácil realizar combinaciones cortas y rápidas al pie. El estilo del Villarreal se veía cortado por sus propias imprecisiones en la entrega. Además, el Sevilla acumuló numerosos hombres en su frontal del área.
Al igual que hizo hace una semana, el entrenador del Sevilla concedía al Villarreal el único hueco de entrar por banda. De intentar algún centro desde el costado que cogiera desprevenido a la defensa nervionense. Es consciente de la fortaleza que ofrece su Sevilla en el balón por alto. Pocos le pueden hacer daño en esa faceta, y menos delanteros del perfil de Vietto, Uche o Giovani. La primera parte transcurrió sin peligro aparente. El conjunto amarillo trataba de intimidar a Sergio Rico con un juego a cinco metros de la frontal del área sevillista. Un par de tiros desde lejos pusieron a prueba una versión mejorada del portero local. El canterano agranda su figura día a día. Seguro y sin conceder segundas jugadas, circunstancia esencial con un césped mojado y rápido.
El Sevilla no se iba a quedar quieto. Había que sostener el resultado, pero asustando al contrario. En eso había insistido Emery durante toda la semana. El Villarreal debía saber que cada descuido podía ser un gol en contra. Los sevillistas siempre penalizan los errores de sus rivales. Esto motivó que los de Marcelino no se volvieran locos con un ataque suicida desde el inicio. Como ya anunció su entrenador en la rueda de prensa previa –viendo el partido desde un palco vip por su expulsión–, el Villarreal iba a plantar cara y caer con honor. Es decir, no iba a dejarse golear nuevamente por el Sevilla. Quería competir sin estar tan condicionado por el 1-3 de El Madrigal. Al menos durante los primeros 45 minutos.
En el segundo periodo ya salió un poco más serio. La sola presencia de Giovani en el terreno de juego ponía un poco más nervioso a los aficionados del Sánchez-Pizjuán (golazo el suyo de falta). El mexicano es de esos hombres diferentes y siempre hay que tenerlos en cuenta. Y al que se debe tener cada día más en cuenta es a Vicente Iborra. Mañana puede ser seleccionado por Vicente del Bosque para la Selección. Sea o no, el valenciano atraviesa el mejor momento de su carrera y el Sevilla lo está aprovechando. Ayer anotó el 1-0 empujando la pelota a la red, de killer, de 9. Bacca, en este caso, dio la asistencia. Era el perfecto premio para Iborra después de un partido sensacional en Villarreal. Al 1-1, que puso diez minutos de nerviosismo, lo terminó liquidando Denis Suárez con su segundo gol al Villarreal esta temporada.
FICHA TÉCNICA:
Sevilla FC: Sergio Rico, Diogo, Nico Pareja, Kolodziejczak, Tremoulinas, Dani Carriço, Mbia, Iborra (Denis Suárez, minuto 79), Aleix Vidal (José Antonio Reyes, minuto 74), Vitolo y Kevin Gameiro (Carlos Bacca, minuto 65).
Villarreal CF: Sergio Asenjo, Mario Gaspar, Musacchio, Bailly, Rukavina, Pina, Jonathan dos Santos, Trigueros, Joel Campbell (Gerard Moreno, minuto 70), Vietto (Dorado, minuto 84) y Uche (Gio dos Santos, minuto 46).
Goles: 1-0, minuto 69: Iborra. 1-1, minuto 73: Gio dos Santos. 2-1, minuto 83: Denis Suárez.
Árbitro: Martin Atkinson, inglés. Expulsó por doble amarilla a Bailly. Amarillas para Vietto, Pina, Musacchio y Mario Gaspar.