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El buen ambiente habitual en los entrenamientos del Sevila se incrementó ayer en una jornada repleta de motivación tras el buen resultado en la Copa del Rey. / Manuel Gómez
Le gustó tanto el desempeño de su equipo en Madrid a Vincenzo Montella que el técnico italiano no quiere tocar absolutamente nada para el partido de este sábado en Cornellà-El Prats, donde el Sevilla se medirá al Espanyol en un nuevo intento por reaccionar en la Liga, en la que va cuesta abajo desde hace varias semanas sin levantar cabeza pese al cambio de Eduardo Berizzo por Montella. Y tanto le gustó al italiano el partido del miércoles que se lleva a Barcelona justo a los mismos 19 hombres que a Madrid entre semana –sigue en la lista el guardameta del filial Ondoa, por lo que pudiera pasar en todos los sentidos con los dos porteros habituales– y ha ensayado justo con el mismo equipo titular que saltara al césped del Wanda Metropolitano frente al conjunto colchonero.
No quiere rotaciones Montella, distanciándose claramente en este sentido de Berizzo, aunque juega con fuego, ya que se presume que en el partidazo del martes en el Sánchez-Pizjuán ante el Atlético deberá poner a su once de gala, muy parecido al de la ida y al presumible de hoy. En la vuelta frente al Cádiz dio descanso a pocos jugadores y se notó en la media hora final del derbi, cuando se vio superado por el Betis con nefasto resultado. Aun así, no es de descartar la inclusión de inicio de Pizarro o Geis o algún cambio en las bandas, donde Navas y Nolito venían siendo muy habituales en las alineaciones de Montella.
Así las cosas, la forma que prevé el Sevilla de asaltar el RCDE Stadium se basa en solidez defensiva y líneas juntas sin balón, dos aspectos en los que mejoró ostensiblemente en el Wanda con un Franco Vázquez útil en la presión entre líneas y unas bandas –Correa y Sarabia– más aplicadas que de costumbre en ayudar a los laterales. Delante tendrá el equipo nervionense a un rival en ciertas fases parecido en conceptos al Atlético. El Espanyol de Quique Sánchez Flores cierra muy bien espacios y le suele dar resultados con equipos de ataque alegre como el Sevilla habitualmente, de ahí que sea preciso el mismo posicionamiento que en la Copa para rascar algo del RCDE Stadium. El inevitable cansancio de cara al martes quedaría paliado con una nueva victoria.
El Espanyol acumula cuatro partidos sin perder entre todas las competiciones y disfruta de su mejor momento de la temporada –el Sevilla no gana en la Liga desde el 2 de diciembre–, pero también debe saber gestionar su esfuerzo antes de volver a retar al Barça. Aarón y Piatti son bajas y Quique medita apostar por un 1-4-4-2 diferente al muy conservador 1-4-5-1 del miércoles. «Estamos en un momento mágico y hay que aprovecharlo. Confío mucho en las inyecciones morales y el poder la mente. Hay que ir con la máxima seriedad y respeto por el oponente, que tiene buenos jugadores y es duro. No podemos subestimar al rival, tenemos que hacer que resurjan sus dudas, porque ante el Atlético vi a un Sevilla muy diferente y con mucha calidad. Debemos aprovechar sus puntos débiles», reconocía este viernes el entrenador perico.