Menú

Estreno pasado por agua

LA CONTRACRÓNICA. Sensación agridulce en la afición, que no pudo estrenar su ‘nuevo’ estadio con victoria ante el Atlético, que, eso sí, se llevó demasiado premio de la fiesta. Un golpe para empezar pero afortunadamente solo es el principio

31 ago 2015 / 00:13 h - Actualizado: 31 ago 2015 / 00:42 h.
"Sevilla FC"
  • El buen ambiente reinó en las gradas del Sánchez-Pizjuán. / Inma Flores
    El buen ambiente reinó en las gradas del Sánchez-Pizjuán. / Inma Flores
  • El estadio lució un espectacular aspecto en su puesta de largo tras su remodelación. / Inma Flores
    El estadio lució un espectacular aspecto en su puesta de largo tras su remodelación. / Inma Flores
  • Llorente se lleva las manos a la cara tras fallar una ocasión clara. / Inma Flores
    Llorente se lleva las manos a la cara tras fallar una ocasión clara. / Inma Flores
  • Emery y Simeone, antes del partido. Ambos se profesan una gran admiración y respeto. / Inma Flores
    Emery y Simeone, antes del partido. Ambos se profesan una gran admiración y respeto. / Inma Flores

Ayer Nervión estaba de enhorabuena y eso que la tarde no empezó demasiado bien. La lluvia con barro hacía presagiar que este día marcado en el calendario no iba a acabar como se esperaba. Después de pasar por chapa y pintura, su aspecto es aún más espectacular que antes. Fueron muchos los curiosos que quisieron llegar con tiempo para poder disfrutar del mosaico que forman sus graderíos y el cambio en la estética del mismo, ahora mucho más ‘rojo Sevilla’ que antaño.

Fotos, vídeos, selfies y todo tipo de recuerdos en formato digital para plantar cara a uno de los rivales directos esta temporada. Sí, directo. Y es que después de ver el sorteo de la Champions, pocos duelos podrán ser tan atractivos. En otro grupo, claro, en el del propio Sevilla, la película es bien distinta. El Ramón Sánchez-Pizjuán olía a nuevo. Por donde pisara el sevillismo, algún estreno llamaba la atención del emocionado sevillista. Porque el personal estuvo entusiasmado, entregado y hasta diría que impactado con la nueva imagen de su casa. Quizá por eso agotaron todas las localidades disponibles. No sé cuánto tiempo hace que eso no ocurría en Nervión. No fueron los únicos, los jugadores también se quedaron boquiabiertos. Al salir por el túnel de vestuarios, lo primero que pueden leer es ese rótulo que predomina con fuerza sobre el resto en la grada de fondo: bienvenidos al Ramón Sánchez-Pizjuán, seguido de esa leyenda que tanto ha dado al sevillismo: Nervión no regala puntos. Y es verdad que no los regala.

A pesar de la derrota, la afición rugió y el equipo peleó ante los del Cholo, que sudaron de lo lindo, y no precisamente por el bochorno. Al calor asfixiante que hubo que soportar, habría que añadirle la humedad que sufrieron los presentes. Todo ello, unido a la intensidad del choque, propició que los jugadores terminasen extenuados. El que más, Llorente, que lo intentó todo. Voluntarioso, se ofreció en todas pero acusó la falta de ritmo que advirtió el día de su presentación. Aun así, Emery lo mantuvo en el terreno de juego los 90 minutos. La lesión de Carriço lo condicionó. No pudo ser, pero esto no ha hecho más que comenzar.