Euros como espantajo

El reparto de dividendos entre los accionistas es paso previo obligatorio a la posibilidad de remuneración de los consejeros

03 oct 2017 / 06:10 h - Actualizado: 02 oct 2017 / 22:24 h.
"Sevilla FC","José María del Nido","José Castro","José María del Nido Carrasco"
  • Imagen de la última junta de accionistas del Sevilla, en diciembre de 2016. / Manuel Gómez
    Imagen de la última junta de accionistas del Sevilla, en diciembre de 2016. / Manuel Gómez

El Sevilla vive desde hace meses, incluso varios años, momentos trascendentales en lo institucional. Concretamente, en lo accionarial. Con la guerra por el poder entre la familia Del Nido y el resto de grandes accionistas aparcada hasta la próxima batalla, en el fondo hay un asunto que influye en todo lo demás y que mantiene en alerta a los pequeños accionistas, que se están agrupando para hacer frente común ante la posible llegada de inversores extranjeros dispuestos a comprar acciones a precio de oro. Si hace unos meses salió a la luz pública que varios de los propietarios de grandes paquetes accionariales habían recibido propuestas, más o menos formales, que llegaban hasta los 1.500 euros por título, ahora el club de Nervión, su consejo de administración en concreto, acaba de aprobar un proyecto para repartir dividendos entre sus accionistas debido al nuevo beneficio que arrojan las cuentas del último ejercicio. Según avanzó ABC la pasada semana, este será de 30 millones de euros, los cuales se quedarán en 23 descontados los impuestos.

La intención no es otra que destinar una pequeña parte de esas ganancias a retribuir a los accionistas. Una táctica que trata, entre otras cosas, de calmar a los mismos y dotarles de un rédito que, aunque sea menor que las posibles ofertas extranjeras, les haga ver que sus títulos son algo más que un papel guardado en un cajón. La idea, aprobada en la última reunión del órgano rector pero que debe ser validada en la próxima junta de accionistas en diciembre, destinaría un 6,5 por ciento del beneficio económico –en torno a 1,5 millones de euros– a ese reparto de dividendos entre las 103.470 acciones en poder de más de 9.000 accionistas y representantes de un capital social de algo más de 6.300.000 euros. Esas cuentas hablan de pagar a cada propietario 15 euros por acción (en su momento costaron 60 y tras el último ejercicio su valor contable era de 500), por lo que algunos de los grandes accionistas se embolsarían varios cientos de miles de euros.

No es una cantidad, ni por asomo, parecida a la que ganarían cualquiera de estos grandes accionistas si traspasaran sus títulos a inversores extranjeros poderosos, pero en el Sevilla entienden que esta medida puede hacer menos probable que llegue a darse tal posibilidad y garantizar así que el club seguiría en poder de sus verdaderos aficionados, algo cada vez más difícil en el fútbol actual. Esos 15 euros se pagarían de dos formas posibles y aún no determinadas, según desvelaban los compañeros de ABC: bien descontando la cantidad total del abono, bien mediante un pago directo.

Ante esta medida inusual en el fútbol español destinada a tranquilizar a los grandes paquetes accionariales, ¿qué opinan los pequeños accionistas? La asociación Accionistas Unidos (AU), fruto de la fusión de la Asociación de Pequeños Accionistas y Voz del Sevillismo, ha querido insistir en las últimas horas en la «necesidad de que la posición accionarial del sevillismo de base se mantenga y concurra ahora con la fuerza que le otorga la unión de sus acciones», según un comunicado emitido en el que, además, se recuerda que «el prestigio alcanzado tanto deportiva como institucionalmente también implican la exposición del Sevilla FC al interés de inversores absolutamente ajenos al sevillismo, lo que supone el punto de partida de un importante trabajo por desarrollar para garantizar la estabilidad societaria».

Mientras que la familia Del Nido y Jesús León acumulan alrededor de un 28 por ciento del capital social, Rafael Carrión en torno al 15 y Sevillistas de Nervión (Francisco Guijarro, Roberto Alés y José Castro) sobre otro 15 por ciento, los pequeños accionistas aglutinan en la actualidad entre el 35 y el 40 por ciento de la tarta accionarial. Desde varios foros del pequeño accionariado se ve con buenos ojos este posible reparto de dividendos, ya que contribuiría a espantar los deseos de vender de algunos y añadiría valor a los títulos que podrían ser vendidos, es decir, que un posible traspaso sería bastante menos probable.

Directivos remunerados

Otra de las medidas que podrían ser propuestas en la próxima asamblea sevillista –en poco más de un mes debe ser convocada con su perceptivo orden del día– es la remuneración de todos o algunos de los miembros del consejo de administración. Se trata de un tema repetitivo en los últimos años pero que nunca, por diversas circunstancias, ha llegado a plantearse de verdad. En todo caso, tanto si sólo se tratase de los miembros del comité ejecutivo (en la actualidad José Castro, Gabriel Ramos y José María Cruz, que ya percibe su correspondiente sueldo como director general) como de la totalidad del consejo, la remuneración prevista en los estatutos del Sevilla consistirá en una participación en los beneficios líquidos en la cuantía y porcentaje que se determine para cada ejercicio (nunca más del 10 por ciento) y siempre después de que se haya repartido entre los accionistas un dividendo no inferior al 4 por ciento y de estar cubiertas las atenciones de la reserva legal y, en su caso, de la estatutaria. Esto es, las dos medidas novedosas y acordadas en el último consejo y que serán sometidas, salvo rectificación, en la próxima junta de accionistas, están ligadas entre sí. Y en las dos subyace, aparentemente, la voluntad, primero, de evitar sospechas internas como las ya aireadas el pasado verano en torno a la figura del presidente y, segundo, actuar de espantajo ante posibles manos (inversores) ajenas al sevillismo.