Este miércoles ha fallecido en su Alicante natal y a los 82 años el mítico delantero sevillista Antonio Ivorra Ivorra, futbolísticamente conocido como Antoniet. El atacante, que llegó a la disciplina sevillista en 1957 procedente del Real Jaén, perteneció a la misma durante seis temporadas, en las que disputó 158 partidos y anotó un total de 58 goles. Ya en 1963 firmó por el Granada CF, para pasar al Hércules CF y finalizar su carrera en el Calvo Sotelo de Puertollano en 1968.
Antoniet formó parte de la legendaria Delantera de Cristal, apelativo que hacía razón a la finura, brillo y delicadeza del juego que practicaban sus componentes, al servicio de aquella maquinaria engrasada que era el Sevilla de Luis Miró. En ella, formó junto a Agüero, Diéguez, Pereda y Szalay, siendo el vértice de una auténtica delantera de leyenda que no logró títulos, pero que encandiló con su clase a una afición sevillista que acababa de estrenar el Estadio Ramón Sánchez-Pizjuán. Un jugador de clase, pundonor y mejor persona, que llamó la atención de Helenio Herrera, quien se fijó en él para traerlo al Sevilla FC.