Después de la batalla llegó el descanso y la diversión para todos los componentes de la expedición sevillista en Varsovia. Tras conseguir la ansiada cuarta Europa League, jugadores, directivos y cuerpo técnico disfrutaron de una fiesta en el propio hotel de concentración en la capital polaca. Una celebración que estuvo amenizada por un cuadro flamenco y en la que muchos de los jugadores se animaron incluso a bailar. La diversión se extendió hasta altas horas de la madrugada, a pesar de la larga jornada que les espera hoy a su llegada a Sevilla para ofrecer la copa a todos los aficionados que se agolparán en las calles de nuestra ciudad y en el Sánchez-Pizjuán.