Gato con guantes no caza ratones (4-0)

El Sevilla cae ante el Celta tras marcarse otros dos goles en propia meta y firmar un recital de ocasiones erradas. Iago Aspas no perdonó los errores y complicó la lucha por las plazas europeas

07 abr 2018 / 18:09 h - Actualizado: 07 abr 2018 / 22:58 h.
"Crónica Sevilla","Vincenzo Montella"
  • Los jugadores del Celta celebran uno de sus goles al Sevilla. / Salvador Sas (Efe)
    Los jugadores del Celta celebran uno de sus goles al Sevilla. / Salvador Sas (Efe)

No es fácil cambiar a un equipo así como así. Vincenzo Montella –también tiene su cuota de responsabilidad en los éxitos y en los fiascos, obviamente– llegó con la temporada en marcha, con un plantel diseñado y tan sólo pudo pintar algo a la hora de elegir a los refuerzos invernales. Más allá de todo eso, hay cosas que difícilmente se pueden cambiar salvo que tengas otros mimbres, claro. Sin ir más lejos, resulta complicado imprimir pegada a un equipo cuando sus propios jugadores adolecen de ella en líneas generales. Incluso, a veces hasta puede resultar difícil cambiar la dirección del viento, que en Balaídos sopló en la misma que ante el Bayern en el Sánchez-Pizjuán.

Por enésima vez, el Sevilla firmó una auténtica exhibición de ocasiones desperdiciadas y, para colmo, marcó otra vez dos goles ¡dos! en propia meta. Demasiadas concesiones que, unidas a los regalos defensivos, sepultaron las aspiraciones nervionenses ante un Celta que ni él mismo se creyó su victoria. Iago Aspas, autor de dos tantos, certificó la debacle y complicó al Sevilla las aspiraciones de alcanzar un puesto en competición continental la próxima temporada mientras los rivales directos aprietan.

Esta vez, el infortunio tuvo por protagonista a Arana. Primero, tras una jugada de Jonny –en fuera de juego– en la que Kjaer tocó el balón al meter la pierna, David Soria lo rechazó hasta por dos veces y finalmente pegó en el brasileño antes de colarse en la portería (38’). Para colmo de males, el danés tuvo que dejar su puesto al lesionarse una rodilla en esa misma acción. Lenglet, a quien el técnico había dado un ligero respiro, entró en su lugar.

Arana fue una de las novedades de Montella junto a Carriço, Layún y Sandro, éste último por Correa, lesionado en el calentamiento. Pese a los cambios, el Sevilla se adueñó del partido con relativa facilidad desde su inicio. Banega asumió el mando en el centro del campo por delante de Nzonzi y Pizarro y no tardó en crear peligro. Concretamente, siete minutos de juego, momento en que el argentino se plantó en el área con calidad, sirvió un balón que Roncaglia tocó mal hacia Sergio y cazó Sandro, aunque el canario no logró superar el guardameta, que sacó su disparo a bocajarro. Clarísima la ocasión.

El 1-0 fue un jarro de agua fría que pudo incluso costar aún más caro al Sevilla. El Celta no había inquietado lo más mínimo hasta entonces pero tuvo el 2-0 en las botas de Iago Aspas, cuyo remate en el área pequeña rechazó David Soria con una mano providencial cuando ya se cantaba el gol (40’).

Como salvadora fue también la intervención de Sergio, de nuevo a remate de Sandro dentro del área sacando la pelota con el pie tras tirarse hacia el lado opuesto ya batido (43’).

Es la desconcertante historia de este Sevilla, un equipo que genera y genera ocasiones pero que necesita un mundo para aprovecharlas mientras sus rivales a veces no han de esforzarse tanto, porque hasta la suerte les acompaña por momentos, caso de los cuatro últimos goles recibidos, todos ellos en propia meta.

Y esta tónica se acentuó tras el paso por vestuarios. A los tres minutos de la reanudación, Sarabia sirvió un buen balón a Ben Yedder, éste disparó entrando en el área y Sergio lo repelió. Otra ocasión clarísima, otra desperdiciada... que volvió a ser clave, ya que, poco después, Iago Aspas, en estado de gracia, marcaba el 2-0 de remate cruzado tras un robo de balón en la presión arriba con pase de Brais al delantero mientras Carriço, lento, llegaba tarde (2-0, 57’).

No quedó ahí la sangría. Un nuevo error sentenció el encuentro tres minutos después. Tucu Hernández sirvió un centro desde la izquierda, David Soria erró en su intento de cortarlo con el pie saliendo a la frontal del área sin necesidad, el balón quedó franco para Aspas y éste no perdonó el 3-0.

Por si faltaba algo, Arana marcó el 4-0 en propia meta al intentar cortar un balón de Aspas al que Soria habría llegado en pleno desquiciamiento nervionense.

Toca olvidar y dejarse la piel ante el Bayern el próximo miércoles. No queda otra. El premio es hace historia y merece la pena.

FICHA TÉCNICA

4 - RC Celta: Sergio; Hugo Mallo, Rocanglia, Sergi Gómez, Jonny (Cabral, m.76); Lobotka, Wass (Radoja, m.73), Hernández (Boyé, m.82); Brais Méndez, Sisto e Iago Aspas.

0 - Sevilla FC: David Soria; Layún, Carriço, Kjaer (Lenglet, m.39), Arana; Pizarro, Nzonzi; Sarabia (Nolito, m.71), Banega, Sandro (Franco Vázquez, m.57); Ben Yedder.

Goles: 1-0, m.39: Arana, en propia meta. 2-0, m.57: Aspas. 3-0, m.60: Aspas. 4-0, m.78: Arana, en propia meta.

Árbitro: Álvarez Izquierdo (Colegio Catalán). Amonestó a Jonny por parte del Celta de Vigo, y a Pizarro y Banega por parte del Sevilla.

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada de la Liga Santander disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 16.919 espectadores. Se guardó un minuto de silencio en memoria del exjugador del RC Celta Antonio Pais.