Generoso con el Sevilla, cruel con el Betis (1-2)

LA CRÓNICA. El Sevilla gana en el Villamarín tras remontar en la segunda parte el gol de Durmisi con tantos de Mercado e Iborra, el segundo con fuera de juego de N’Zonzi. Los verdiblancos fueron muy superiores hasta el descanso y se desfondaron después

25 feb 2017 / 18:23 h - Actualizado: 26 feb 2017 / 16:20 h.
"Fútbol","Primera División","El derbi sevillano"
  • Vicente Iborra celebra el gol que dio la victoria al Sevilla en el derbi. / Manuel Gómez
    Vicente Iborra celebra el gol que dio la victoria al Sevilla en el derbi. / Manuel Gómez

El Sevilla volvió a salir triunfador del derbi, en este caso en un partido con muchas aristas que analizar. El desenlace resultó cruel para el Betis, que fue muy superior en el primer tiempo, debió irse con más ventaja de la que le dio el gol de Durmisi y tiene derecho a reclamar la ilegalidad del 1-2 porque N’Zonzi, que asistió a Vitolo, estaba en fuera de juego, pero también es lícito que los verdiblancos, aun con toda la razón del mundo por el gran fallo arbitral en una jugada tan trascendental, hagan autocrítica. Primero consiguieron que el Sevilla fuese un alma en pena sobre el césped, pero después dieron un paso atrás demasiado radical y encima fueron una hermanita de la caridad en cada falta que iba a su área, dos regalos que no desaprovechó el Sevilla. El colíder provisional de la Liga, además, lució uno de los muchos recursos que lo diferencian de su eterno rival: el banquillo. Iborra fue vital y los suplentes verdiblancos, una vez más, no sumaron nada.

El dolor que le puede quedar al bético es que su equipo fue bastante mejor que el Sevilla en la primera parte, lo que hace más incomprensible su involución tras el descanso. La versión buena del Betis tuvo las mismas señas de identidad que el día del Barcelona: presión constante y una correcta y rápida circulación y distribución del balón cuando lo tuvo en su poder, con Rubén Pardo y Dani Ceballos a los mandos. El resultado fue que el Sevilla, atosigado y lento, no se encontró y Adán disfrutó de tres cuartos de hora de calma máxima.

En el otro lado del campo, Sergio Rico tuvo trabajo desde el principio. Del Betis fueron el primer remate, alto de Dani Ceballos; el primer lanzamiento a portería, de Rubén Pardo; y la primera ocasión digna de llamarse así, un cabezazo elevado de Sanabria tras una notable internada de Durmisi. Ese principio del encuentro envalentonó al equipo de Víctor pero no alteró los biorritmos del de Sampaoli, que salió falto de sangre y chispa, como adormilado, y no espabiló hasta el segundo tiempo. Los acercamientos verdiblancos fueron frecuentes y peligrosos: un derechazo de Rubén Castro que atrapó Sergio Rico, un intento lejano del canario en busca de la escuadra, un casi gol involuntario de Petros tras el despeje de un defensa, un cabezazo de Mandi al larguero... Y todo eso, en apenas 25 minutos.

El esfuerzo y la superioridad del Betis en todas las zonas del terreno de juego merecían recompensa y el equipo de Víctor la encontró en una falta directa, fruto precisamente de la presión de Petros sobre N’Zonzi, que Durmisi envió pegada al poste. Siete derbis y medio después, el Betis volvía a marcar un gol al Sevilla.

Sampaoli estaba obligado a cambiar la cara a los suyos y efectuó un doble cambio: puso a Iborra y Ben Yedder en el césped, prescindió de Sarabia y Vázquez y pasó a jugar con cuatro defensas. La pequeña revolución táctica hizo efecto y el Sevilla empezó a tener mucha más presencia en la parcela del Betis, que notó el despliegue físico del primer tiempo (o gestionó su ventaja con la actitud errónea, vaya usted a saber) y se acurrucó en su campo. Aun así, el primer remate fue de Piccini, al lateral de la red. Tres minutos después, el derbi cambió de rumbo. Mandi rompió el fuera de juego en una falta de Nasri, Adán hizo el paradón de la tarde frente a Iborra y el rechace acabó en Mercado, más solo que la una.

El empate noqueó al conjunto de Víctor, que también sintió el hundimiento físico de Dani Ceballos, con un solo entrenamiento a sus espaldas en toda la semana prederbi. La superioridad blanquirroja en el centro del campo, con N’Zonzi a sus anchas, fue ya evidente hasta el final, aunque ocasiones, lo que se dice ocasiones... Si acaso, un remate cruzado de Escudero (60’) y otro alto de Ben Yedder (71’).

En esas estaba el encuentro, con el Sevilla dominador y el Betis replegado y temeroso en su campo, cuando Iborra reapareció para decidir el derbi. Nueva falta lejana, nueva desaplicación defensiva verdiblanca (Víctor quitó a un central, Tosca, justo cuando Nasri iba a sacar la falta) y gol del valenciano casi a placer. El problema es que el balón fue tocado antes por N’Zonzi, que estaba en un claro fuera de juego en el principio de la jugada. El asistente no lo vio y el Betis ya no tuvo alma para reaccionar. Los titulares, abrumados física y psicológicamente, no daban más de sí y los correspondientes relevos no aportaron nada, para variar. En el Sevilla, en cambio, fue uno de los sustitutos el que invirtió casi todo.

FICHA TÉCNICA

REAL BETIS: Adán; Piccini, Mandi, Pezzella, Tosca (Jonas Martin, m. 75), Durmisi; Petros (Felipe, m. 88), Rubén Pardo; Dani Ceballos; Sanabria (Álex Alegría, m. 75) y Rubén Castro.

SEVILLA FC: Sergio Rico; Mercado, Rami, Pareja, Escudero; N’Zonzi, Nasri; Sarabia (Ben Yedder, m. 46), Vázquez (Iborra, m. 46), Vitolo; y Jovetic (Correa, m. 82).

Goles: 1-0, m. 36: Durmisi. 1-1, m. 57: Mercado. 1-2, m. 75: Iborra.

Árbitro: Del Cerro Grande (Comité Madrileño). Amonestó a N’Zonzi (35’), Sarabia (42’), Tosca (45’), Piccini (87’), Pareja (90’) y Jonas Martin (92’).

Incidencias: partido de la 24ª jornada de Liga, disputado en el estadio Benito Villamarín ante 41.263 espectadores.