Goleada, liderato... y a esperar (4-0)

El Sevilla firma su tercera victoria en la Champions pero debe certificar todavía su pase a octavos. Un punto en las dos próximas jornadas se lo daría

02 nov 2016 / 22:05 h - Actualizado: 03 nov 2016 / 07:09 h.
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  • Vietto alza los brazos tras marcar el 1-0. / Manuel Gómez
    Vietto alza los brazos tras marcar el 1-0. / Manuel Gómez

El Sevilla tendrá que esperar para sellar su pase a los octavos de final de la Liga de Campeones. Su victoria, clara y sin discusión, sobre el Dinamo de Zagreb no se vio acompañada por el resultado de la Juventus, que cedió un empate en su partido en casa contra el Olympique de Lyon (1-1). El triunfo sitúa al conjunto nervionense como líder del grupo a falta de dos jornadas para que termine la fase de grupos. Sumando un punto más, aseguraría su clasificación. Y tendrá que conseguirlo jugando contra los italianos (en casa) y los franceses (fuera).

Tres victorias y un empate confirman que el equipo de Jorge Sampaoli va de verdad y está decidido a llegar lejos. Es un proyecto nuevo, en fase de acomplamiento, pero eso no es óbice para palpar su ambición, ver sus argumentos futbolísticos y una mentalidad ganadora grabada a fuego por su técnico. Queda un mundo por delante, pero este Sevilla hace disfrutar a su afición y quiere ser protagonista. Sólo el tiempo dirá hasta qué punto lo es.

Ante el Dinamo, Sampaoli no jugó al despiste: meditaba hacer algún cambio e incluso variar su sistema y así fue. La ausencia de Pareja y Nasri, dos futbolistas de gran peso específico, era un hándicap y hubo que afrontarlo. Para empezar, el técnico recurrió a una defensa de cuatro y situó por delante a un indiscutible como N’Zonzi y un hombre que contó este verano pero que luego desapareció: Kranevitter. Dado en buen hacer del equipo, el argentino ha tenido que conformarse con verlo todo desde el banquillo. Más de un mes sin jugar llevaba y salió dispuesto a demostrar que puede ser valioso. Luchó, cubrió las espaldas a N’Zonzi cuando éste subía, no se complicó y aportó consistencia defensiva.

Junto a Kranevitter, otro nombre propio: Ganso. «Cuando se sienta importante, será importante», dijo Sampaoli un buen día. Nasri, uno de los mejores exponentes de este Sevilla, le ha comido el terreno al brasileño, pero éste no llegó para ser actor secundario. Su calidad está contrastada y aunque seguramente pueda dar más de sí, la sacó a relucir. Balones a la espalda de la tupida zaga croata, velocidad en la circulación, pelea, remates aunque sin puntería... Bien Ganso. Le vendrán bien estos buenos minutos.

Unos de los futbolistas que marcaron diferencias fue Vitolo. Ni siquiera un fuerte rodillazo en la espalda en los primeros compases del encuentro le aplacó. Es de otra pasta. Lucha, pide la pelota, desborda y hasta marca o roza el gol, como se vio a la media hora de juego tras una conexión con Ganso y Mariano –omnipresente– en la que cabeceó y un defensor evitó el tanto. Poco antes, N’Zonzi había tenido el 1-0 con un cabezazo que entre el guardameta y el larguero enviaron a córner.

Más fortuna tuvo Vietto. Otro currante, participativo y tirando de astucia y calidad para adelantar al Sevilla con un bello gol tras recibir en el área, anticiparse a su marcador y batir al portero de fuerte disparo (31’). Justo premio a un equipo, el de Sampaoli, en el que rendían todas sus piezas y Sergio Rico disfrutata de una noche plácida porque toda la historia del partido la escribió el Sevilla.

El dominio nervionense era abrumador ante un Dinamo de Zagreb inferior y que, para su desgracia, perdió al filo del descanso a Stojanovic por doble amarilla, a cual más absurda. Era la única forma de frenar a los hombres de Sampaoli, aunque no dio resultado al equipo de Yvaylo Petev.

Quedaba dar un nuevo giro de tuerca al partido con el 2-0, pero éste se resistía. Ganso lo intentó primero con un disparo desviado tras una pared con Vitolo, luego con un magistral pase picado al canario en el que el portero sacó la pelota cuando se cantaba el gol...

Y así, erre que erre, tocando y robando la pelota, el Sevilla encontró el momento de definir el choque. Vitolo y Escudero fabricaron una buena jugada y el lateral marcó de disparo cruzado (66’). Fin de la historia. Sampaoli dio entrada a Ben Yedder, Sarabia y Kiyotake mientras la afición premiaba a los suyos con aplausos en otra noche de alegría en Nervión. N’Zonzi recibió el premio a su esfuerzo y anotó el 3-0, de cabeza, tras un córner. Poco después, Ben Yedder ponía la guinda tras una triangulación de Escudero y Mariano (4-0).

La Champions, esta temporada, es otra historia y el Sevilla está decidido a llegar lejos.

Ficha técnica:

4 - Sevilla FC: Sergio Rico; Mariano, Mercado, Rami, Escudero; N’Zonzi, Kranevitter; Franco Vázquez (Ben Yedder, m.60), Ganso (Kiyotake, m.75), Vitolo (Sarabia, m.75); y Vietto.

0 - Dinamo Zagreb: Livakovic; Stojanovic, Sigali, Schildenfeld, Benkovic, Pivaric; Machado (Peric, m.60), Pavicic, Coric (Situm, m.53); Soudani (Matel, m.46) y Fernandes.

Goles: 1-0, M.31: Vietto. 2-0, M.66: Escudero. 3-0, M.80: N’Zonzi. 4-0, M.87: Ben Yedder.

Árbitro: Felix Zwayer (Alemania). Expulsó con dos tarjetas amarillas al visitante Stojanovic (m.11 y 45). Además, amonestó a los visitantes Pivaric (m.21) y Pavicic (m.28).

Incidencias: Partido de la cuarta jornada del grupo H de la Liga de Campeones, disputado en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán ante algo mas de 35.000 espectadores. Terreno de juego en buenas condiciones. Asistió al partido el exjugador del Sevilla y Real Madrid Davor Suker, actual presidente de la Federación Croata de Fútbol.