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Goleado y eliminado (4-2)

El equipo de Emery perdió en Alemania tras fallar innumerables ocasiones

25 nov 2015 / 21:32 h - Actualizado: 26 nov 2015 / 14:57 h.
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  • El defensa del Sevilla, Jorge Andújar Coke (d) lucha por el balón con Julian Korb (c) y Ibrahima Traore (i) del Borussia Mönchengladbach. EFE/Roland Weihrauch
    El defensa del Sevilla, Jorge Andújar Coke (d) lucha por el balón con Julian Korb (c) y Ibrahima Traore (i) del Borussia Mönchengladbach. EFE/Roland Weihrauch
  • Konoplyanka se intenta marchar de Krob. / Efe
    Konoplyanka se intenta marchar de Krob. / Efe
  • El centrocampista argentino del Sevilla, Ever Banega (i) lucha por el balón con Fabian Johnson (d) del Borussia Mönchengladbach. EFE/Maja Hitij
    El centrocampista argentino del Sevilla, Ever Banega (i) lucha por el balón con Fabian Johnson (d) del Borussia Mönchengladbach. EFE/Maja Hitij
  • El entrenador del Sevilla FC, Unai Emery, da instrucciones durante el partido. EFE/Roland Weihrauch
    El entrenador del Sevilla FC, Unai Emery, da instrucciones durante el partido. EFE/Roland Weihrauch
  • El jugador del Borussia Mönchengladbach, Lars Stindl (d) celebra con sus compañeros su tanto ante el Sevilla. EFE/Roland Weihrauch
    El jugador del Borussia Mönchengladbach, Lars Stindl (d) celebra con sus compañeros su tanto ante el Sevilla. EFE/Roland Weihrauch

Aunque fue un Sevilla bastante mejor que el habitual fuera de casa en la Liga –no era muy difícil–, el conjunto nervionense ha dicho adiós a la posibilidad de acceder a los octavos de final de la Champions tras perder en Alemania ante el Borussia en un partido con innumerables ocasiones de gol para los dos equipos. Los de Schubert acertaron mucho más, sobre todo en el último cuarto de hora, mientras los de Emery exhibieron una falta de puntería escandalosa y que no merecía otra cosa que la derrota. Con la victoria de la Juventus ante el City, al Sevilla sólo le queda pelear por la tercera plaza, algo para lo que ya no depende de sí mismo –tiene que ganarle a la Juve y que el Borussia no venza en Manchester–. Un triste adiós a la competición más gloriosa, una triste confirmación de que este Sevilla, pese a lo que prometía, no está para altos vuelos.

La experiencia invitaba a pensar que sería determinante la eficacia y la ausencia de fallos groseros en las dos áreas para que el Sevilla asaltara otra vez el Borussia Park. Y así fue. El partido empezó trepidante, con los de Schubert buscando descaradamente la banda izquierda de un despistado Tremoulinas y disparando a la meta de Sergio Rico desde cualquier zona (16 tiros hizo el Borussia en los primeros 35 minutos, una auténtica barbaridad). Pero el Sevilla disfrutaba de autopistas para trazar el contragolpe casi por todas partes. Lo hizo en muchas ocasiones, pero siempre falló en el último pase o en el tiro final. Sergio Rico frenó los intentos lejanos de Raffael, Stindl y Traoré, y Sommer acertó en la mejor ocasión sevillista de la primera parte, en la que Konoplyanka no marcó a escasos metros de la línea y sin oposición. Hubo hasta polémica, al serle anulado un gol a Gameiro –la televisión no aclara si a Vitolo se le fue el balón por la línea de fondo– y al decretar el árbitro como involuntaria una mano de Coke en el área sevillista.

La locura, el intercambio de golpes tan brutal, no era conveniente para el Sevilla, que no anda sobrado de puntería ni de concentración y acierto en su propio área. Lo pagó a la media hora con un gol oportunista de Stindl, que cazó un tiro cruzado de Xhaka ante la mirada de los centrales. Rico no pudo hacer nada. Tardaron los de Emery en reaccionar, pero antes del descanso disfrutaron de más llegadas peligrosas: Coke recortó bien en el área pero tiró mal con la izquierda, a Vitolo se le cruzó Christensen cuando se disponía a tirar dentro del área y Krychowiak, también dentro, no acertó a colarla entre la maraña de piernas que protegían la portería de Sommer.

Krohn-Dehli no estuvo nada fino, Vitolo igual de desparecido que siempre, pese al gol, y Banega, sin estar del todo mal, falló más de lo habitual, algunas veces en jugadas que pudieron ser determinantes. El Sevilla necesitaba al mejor Banega para que Gameiro y Konoplyanka pudieran aprovechar los espacios. Y por supuesto, dejar de conceder tantos acercamientos a un Borussia con armas suficientes en ataque como para hacer mucho daño. La sensación era que el Sevilla del año pasado sí podía sacar tajada del Borussia Park. El de ahora lo tenía crudo.

Tras el descanso, la misma tónica. Apretó más aún el Sevilla, que tenía que ganar – al menos empatar–. Y gozó de las mismas facilidades que en la primera parte. Pero falló Krychowiak de cabeza tras error de Sommer, Gameiro completamente solo –la tiró fuera–, Konoplyanka a pase de Vitolo –disparó al lateral de la red– y de nuevo Gameiro, quien no llegó por milímetros a un pase de Konoplyanka. Increíble concatenación de errores que no hacían presagiar nada bueno. Ya antes habían avisado Stindl y Xhaka con dos disparos que no cogieron puerta gracias a Sergio Rico en un caso y al efecto del balón en otro. Pero fue Johnson, con un golazo a la escuadra tras recortar a Coke, quien sentenció.

A partir de ahí, el Sevilla se descompuso. El Borussia se fue arriba en busca de igualar el 3-0 del Sánchez-Pizjuán, pensando en la tercera plaza, y lo consiguió por medio de Raffael, tras una jugada precisa –lo que le faltó al Sevilla– al borde del área. El brasileño acabó batiendo al impotente Sergio Rico por bajo. Con el goal average igualado, lo que estaba en juego en el último cuarto de hora eran las posibilidades de uno y otro para alcanzar la plaza de Europa League, la tercera. En esos minutos finales ocurrió de todo. Primero Emery ahondó en la indignación del sevillista quitando a Gameiro para meter a Llorente y repitiendo el ya clásico Mariano por Coke. Mientras, el Borussia y el Sevilla seguían a lo mismo: ocasión por aquí, ocasión por allá. Fue precisamente Llorente quien ejecutó con maestría una jugada de espaldas a la portería y asistió a Vitolo, que batió con habilidad a Sommer. Goal average recuperado (3-1). Pero el Borussia contestó a lo grande, con otro zapatazo de Stindl ante el que nada pudo hacer Rico. Goal average perdido (4-1). Quedaban siete minutos y al menos el Sevilla tuvo el coraje de marcar un gol que puede servir de anestesia si le gana a la Juventus. Fue de penalti –zancadillearon a Krychowiak dentro del área–, marcó Banega. Con el 4-2 murió el partido y la vida del Sevilla en la Champions, pero no sus posibilidades europeas. Sólo le queda como consuelo la posibilidad de volver a su querida Europa League, pero sólo puede acceder a ella corrigiendo los groseros errores en las dos áreas. Ahí se desvanece el Sevilla.

Ficha técnica:

Borussia Mönchengladbach: Sommer; Korb, Christensen, Nordveit, Wendt; Xhaka, Dahoud (Schulz, 79); Traoré (Drmic 13), Johnson (Elvedi, 87); Stindl, Raffael.

Sevilla: Sergio Rico; Koke (Ferreira, 83), Rami, Kolodzieczak, Tremoulinas, Kryzowiak, Krohn-Dehli (Nzonzi, 64), Vitolo, Banega, Konoplyanka; Gameiro (Llorente, 76).

Goles: 1-0, min 29, Stindl, 2-0, min 68, Johnson, 3-0, min 78, Raffael. 3-1, min 78, Stindl. 4-1, min 83, Stindl, 4-2, min 91, Banega, de penalti.

Árbitro: Damir Skomina (Eslovenia). Amonestó a Banega, Dahoud y Drmic.

Incidencias: partido de la fase de grupos de la Liga de Campeones disputado en el Borussia Park de Mönchengladbach ante 46.000 espectadores. EFE