Maxime Gonalons, centrocampista del Sevilla FC, fue el invitado en el plató de ‘A Balón Parado’ en la noche de este martes. El francés, aunque acompañado de su intérprete y profesora, intentó y consiguió expresarse en un muy buen castellano, y a buen seguro que por el esfuerzo que realizó le sirvió como master class de español.
Gonalons se refirió en primer lugar al tiempo que ha estado apartado de los terrenos de juegos por las lesiones, destacando que ahora se encuentra fenomenal y con ganas de estar todos los minutos sobre el césped: «Me siento muy bien físicamente y mentalmente, porque hice mucho esfuerzo durante seis meses, así que hoy puedo sentirme así para jugar, ayudar a mis compañeros y ganar».
«Aún estoy al 60-80% del nivel que puedo dar. Necesito jugar mucho para tener una buena sensación y para estar activo en los partidos», explicó el francés, quien reconoció que se ha apoyado mucho en los suyos para superar los malos momentos: «Es muy difícil a nivel mental. Todos necesitamos a la familia y a los amigos para que nos ayuden a superarlo y sobre todo el fútbol. Mi hijo, mi mujer, mis padres y mis amigos me han ayudado mucho».
Gonalons, que acaba de cumplir 30 años, reconoce ser feliz en el club nervionense: «Estoy muy contento aquí y espero poder continuar. Necesito estar mucho en el campo primero y luego hablaremos con el club, mi agente y Monchi para poder quedarme”.
El galo dijo saber que Monchi ya quiso ficharlo para el Sevilla en su etapa en el Lyon, pero fue a la Roma donde acabó marchando: «Tuve llamada del director de Roma y después Monchi, y tras una semana de consultarme firmé por la Roma. Al final de la temporada esa en Lyon estaba todo difícil con el presidente, pero hoy estoy perfecto con él».
Con respecto a su llegada este verano a Sevilla, el francés afirmó que «cuando me llama el Sevilla el fichaje es casi directo. La Roma ficha a Nzonzi y me dice que no iba a poder jugar mucho este año. Me dijeron que al Sevilla podía llegar pronto».
Por último, Gonalons admitió, al oír el himno del Centenario, sentir «escalofríos... Cuando entras al campo. Es muy bonito con toda la gente».